Ingrese sus palabras clave de búsqueda y presione Entrar.

Expertos abordaron el agua como factor de bienestar

En Concepción, representantes de diversos sectores vinculados a la gestión del agua, coincidieron en que el recurso hídrico puede ser motivo de conflictos o de paz.

Bajo el lema ‘Agua para la paz', propuesto por la Organización de Naciones Unidas, se realizó este jueves un conversatorio con actores de diversos sectores, que comenzó con una exposición del ex ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, quien actualmente es co presidente de la Comisión Presidencial para la Paz y el Entendimiento conformada por el gobierno. 

Este evento apuntó abordar los desafíos y estrategias en torno a la integrada y participativa del recurso hídrico para la prevención de los conflictos y fue organizado por el Centro de Recursos Hídricos para la Agricultura y la Minería, CRHIAM, de la Universidad de Concepción, cuya directora, Dra. Gladys Vidal, explicó que el objetivo del encuentro fue “reflexionar sobre el papel que este elemento tiene en las sociedades, especialmente en medio de una hídrica global que requiere de acciones coordinadas y urgente” y dar espacio para “para exponer sobre los diferentes conflictos que se observan en nuestro país en torno al agua y lo que cada sector está ejecutando para dar respuesta a esta demanda”. 

En Chile, contextualizó la científica, “el mapa de conflictos ambientales del Instituto Nacional de registra 127 conflictos ambientales, de los cuales un 44% están relacionados con los recursos hídricos”.

En el mismo sentido, en su charla, el ex ministro Moreno detalló que en las últimas tres décadas ha habido una caída sostenida, cercana a un 10%, en la disponibilidad de agua, destacando que en 2019, la disminución registrada alcanzó el 42%. “Lo que tenemos es un cambio climático radical que afecta a esta enorme cantidad de nuestro territorio y de nuestra población”, enfatizó. 

MIRADAS DIVERSAS

Tras la charla inaugural, se desarrolló un panel de conversación en que, además de Moreno, participaron Juan Vallejos, presidente de la Junta de Vigilancia Cuenca del río Biobío; Claudio Santelices, gerente de Clientes y Comunidad de Essbio; Rodrigo Sanhueza, director general de (DGA) y la Dra. Marcela Salgado, investigadora adjunta del CRHIAM

Claudio Santelices afirmó que, representando a toda una industria responsable de llevar el recurso hídrico a más de 16 millones de personas, detectan un desafío-país en “una dicotomía, una diferencia demasiado grande entre lo que ocurre en las zonas urbanas de Chile y lo que ocurre en las zonas rurales”, por lo que, agregó, “es clave tomar esas buenas decisiones, como ya las tomó antes el país en este ámbito, pero rápido y desarrollarlo para para el bien de las personas”. 

En tanto, Juan Vallejos sostuvo que, en la organización que lidera, “hemos asumido algunas responsabilidades de manera anticipada a lo que han sido la gestión en otras cuencas y hemos abogado porque se utilice en nuestro país el principio de la eficiencia en la gestión del agua, que quiere decir que a quienes estamos trabajando en esto, las organizaciones de usuarios nos exijan y que nos pidan todo lo que se pueda hacer y que, lo que no podamos hacer, lo asuma el Estado, porque nosotros creemos sinceramente que, como organizaciones, vamos a ser más eficientes”. 

PLANIFICACIÓN Y

En cuanto a las implicancias que una menor disponibilidad tiene para el desarrollo económico, el ex ministro de OO.PP., Alfredo Moreno sostuvo que “el agua es un insumo básico para todas las actividades”.

“La clave es estar preparados con anticipación a escenarios en que habrá menor disponibilidad, porque esa escasez implica que hay actividades que ya no se pueden desarrollar o que tienen que aumentar enormemente sus costos, porque tienen que buscar otras fuentes que son muchísimo más caras”, enfatizó el ex secretario de Estado. “Entonces, el impacto económico y el cambio en la vida de las personas es tremendo y la única manera de hacerlo más llevadero, menos doloroso y menos costoso, es haberse preparado con tiempo”.

Por su parte, el director de la DGA enfatizó que el nuevo Código de Aguas de 2022 da un marco normativo que “ve a los recursos hídricos como un recurso finito que tiene que distribuirse de manera distinta o prioritaria para el abastecimiento de la población, pero sin dejar de lado los otros usos como el agrícola, la minería, los servicios ecosistémicos, incluyendo conceptos como sustentabilidad y sostenibilidad, y responsabilidad”. 

“Ello implica que el uso productivo tiene que seguir haciéndose, pero teniendo en cuenta que no se puede pensar que el agua es un recurso que va a estar siempre (disponible) y, por lo tanto, es necesario también avanzar en el uso y la construcción de infraestructura resiliente para esto, considerando soluciones basadas en la naturaleza”, detalló Sanhueza. 

El registro completo del evento está disponible en Youtube.