Expertos analizan el auge de los pagos electrónicos y el futuro del dinero en efectivo en la era post-pandemia.
La pandemia de COVID-19 ha acelerado la transición hacia los pagos digitales, con un creciente número de consumidores y negocios adoptando métodos como las tarjetas de crédito, los códigos QR y las criptomonedas.
A pesar de esta tendencia, el efectivo aún persiste, especialmente en zonas rurales y entre ciertos sectores comerciales. Expertos en finanzas y contabilidad discuten la seguridad, la inclusión y el futuro de los medios de pago en un mundo cada vez más digitalizado.
Cristian Lecaros, CEO de Inversión Fácil, señaló que el temor al contagio por Covid impulsó el uso de medios de pago digitales sobre el efectivo. “La adopción de tecnologías como el reconocimiento facial y los códigos QR está en aumento, aunque el efectivo sigue siendo relevante en áreas rurales y entre ciertos comerciantes”, estimó.
Dijo que el Bitcoin y otras criptomonedas también han ganado terreno, alcanzando precios históricos y demostrando el interés de los consumidores por alternativas de pago. Sin embargo, Lecaros enfatiza que cualquier tecnología de pago debe ofrecer seguridad para proteger el patrimonio de los usuarios.
A su vez, Patricio Gana, director de AK Contadores, concuerda en que los pagos con tarjeta suelen ser más seguros que el efectivo, gracias a tecnologías como el chip y la autenticación biométrica. Aun así, insta a los usuarios a adoptar prácticas de seguridad proactivas, como monitorear transacciones y proteger datos personales.
La pandemia ha impulsado el uso de aplicaciones de pago móvil y transferencias electrónicas, con los smartphones desempeñando un papel central en nuestras actividades financieras. En Latinoamérica, estos dispositivos están siguiendo el camino de China, donde se utilizan como billeteras digitales desde hace casi una década.
A pesar de la tendencia digital, Gana considera poco probable que el dinero físico desaparezca por completo a corto plazo. Es crucial garantizar opciones inclusivas para quienes aún dependen del efectivo. Además, señala que la adopción de billeteras digitales está cruzando barreras socioeconómicas, gracias a la mayor accesibilidad y conveniencia de estos servicios.
En resumen, aunque la digitalización de los pagos avanza, el efectivo aún tiene un papel en la economía global. La clave está en equilibrar la innovación tecnológica con la seguridad y la inclusión financiera, para que todos los sectores de la sociedad puedan beneficiarse de los avances en los medios de pago.