Disminución registrada en los envíos a los mercados más tradicionales fue, sin embargo, parcialmente compensada con la apertura a otras economías.
De acuerdo al último boletín del Instituto Nacional de Estadísticas, las exportaciones de la Región del Biobío totalizaron US$ 378,0 millones, cifra que representó una caída de un 13,1%, en la comparación anual y donde tuvieron mayor incidencia el sector Industria con una disminución de 12,7%, además de Silvoagropecuario (-36,9%) y Pesca (-51,8%).
Para el académico Carlos Smith Clavería de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo, estos resultados eran esperables en el actual escenario global. “Dado el crecimiento a nivel mundial, el aumento de tasas generalizado en el mundo para controlar los procesos inflacionarios que hubo, provocan que la actividad económica sea menor y, por lo tanto, la demanda de productos nuestros también sea menor”.
Esto es precisamente lo que ocurrió en los mercados americanos, tradicionales destinos de los envíos de nuestra región. “En estos países”, enfatizó Smith, “se generaron los mayores problemas de inflación, con tasas más altas, pero Asia tiene un potencial de crecimiento importante, con una clase media que consume y, por lo tanto, ahí es donde se provocan los mayores crecimientos”.
Al hacer el análisis por sector económico, se evidencia que la disminución en el sector Industria está fuertemente incidido por la baja registrada en Refinería de petróleo y productos derivados (-88,0%), Industrias básicas de hierro y acero (- 70,4%) y Forestales (-11,4%), mientras que los volúmenes más importantes en este ámbito se registraron en Fabricación de celulosa, papel y cartón (39,3%), Forestales (37,0%) y Alimentos con 42,9 millones de dólares (11,3%).
“NOS ESTAMOS ENCOGIENDO”
Uno de los principales sectores que anotaron esta contracción es el maderero. El presidente nacional de Corporación Chilena de la Madera (Corma) Juan José Ugarte, explicó que “con las cifras de diciembre, podemos concluir que el año ha sido complejo para el sector maderero. La contracción en las exportaciones refleja un año en que nos hemos visto muy afectados por la reducción progresiva y sostenida de la tasa de forestación a nivel nacional”.
Al comparar con años anteriores, profundizó el representante, “es evidente una tendencia a la contracción, lo que resulta paradojal cuando a nivel mundial los sectores silvícolas, madereros y de producción de fibra en reemplazo del plástico están en franca expansión. Pero en Chile nos estamos encogiendo”.
En cuanto al escenario particular del Biobío, Ugarte sostuvo que “el sector maderero, que representa el 76,4% de las exportaciones totales de la región, ha sufrido también por la contracción general de las exportaciones”. Entre los factores de esta disminución, el dirigente cita la “desaceleración internacional en la demanda de productos de madera y celulosa, especialmente en países como Estados Unidos y China, y la apertura de nuevas plantas que han incrementado la oferta a nivel global, afectando significativamente las exportaciones del sector.
“Pero también”, advierte, la disminución de materia prima causada por los incendios y los sobre costos vinculados a temas de protección y transporte, que han afectado también la competitividad internacional de la industria”.
DIVERSIFICAR MERCADOS Y NUEVA LEY DE FOMENTO FORESTAL
Smith, en tanto, afirmó que los desafíos que se plantean para los exportadores tienen que ver con la competitividad, por lo que es importante, “mirar no solamente lo que puede pasar con el precio, sino que también con los costos asociados, para no depender de que tengamos un buen tipo de cambio nominal, es decir un dólar alto, sino que, además, bajar los costos”.
El experto, además, recomendó “diversificar, buscar mercados menos explorados que permitan tener opciones cuando algún sector, bloque económico o algunos países importantes para nosotros tengan algún tipo de problema y demanden menos producto”.
Para Ugarte, en tanto, es necesario implementar medidas integrales, y asumir como tarea de Estado el desafío forestal para un Chile sostenible. “Es urgente poner en marcha una nueva Ley de Fomento Forestal que permita recuperar un mundo PYME que ha sido fuertemente impactado por la falta de incentivos y suministro de materia prima”, dado que, especificó, “en los últimos 10 años, se ha perdido el 23% de la materia prima que abastece a las plantas industriales, lo que tiene un evidente impacto negativo en su extensa cadena productiva y finalmente las exportaciones”.
En este sentido, hizo un llamado urgente a “abordar la preocupante disminución de bosques productivos en Chile. Estos retroceden 35.000 hectáreas al año, en lugar de sumar 20.000 nuevas, como se establece en la meta hacia la Carbono Neutralidad del país”
