Quiebras han subido en lo que va del año, en que el comercio es el sector más afectado.
Según las cifras de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento (Superir), hubo un alza del 18% en los procedimientos concursales de liquidación de activos de empresa deudora.
Entre enero y septiembre de 2023, los seis sectores que acumulan el mayor número de empresas declaradas en quiebra son: comercio y reparación de vehículos (156); servicios (150); construcción (116); industrias manufactureras (102) y actividades profesionales, científicas y técnicas (100), y salud (71).
Se trata de un entorno complejo a nivel internacional, principalmente por el menor crecimiento y las tasas de interés altas, y la inflación, por lo qué tanto el ambiente económico local como internacional son complejos en estos momentos, según aprecio a www.trade-news.cl Arturo Frei, gerente general de Renta 4.
Sumó que, si una economía no crece, las empresas y el empleo se ven ante una amenaza muy importante, ya que se han realizado inversiones que deben rentabilizarse. Una dificultad adicional para las empresas son las tasas altas, donde pagar la deuda es más caro, sobre todo si está en UF, y además el financiamiento es más caro junto con mayores dificultades en los presupuestos por la mayor inflación
“Ante un entorno de mayor deuda y menor crecimiento económico, las posibilidades para las pymes son más complejas porque los consumidores también dependen del ciclo económico. En este momento deben intentar ser aún más eficientes y más prudente en las inversiones, considerando que la demanda podría mantenerse baja por lo menos un par de años”, analizó.
Proceso de reestructuración
A su vez, Francisco Goycoolea, gerente comercial de CFC Capital, agregó que el aumento de solicitudes de quiebra refleja las menores expectativas que se tienen sobre el escenario económico, sobre todo en el tema laboral y nuevos proyectos, ya que en general actualmente existen muchas pymes y empresas complicadas en flujo, debido a los efectos de la inflación y restricciones para acceder a financiamientos. Algunas han logrado reestructurar sus pasivos, de manera de no caer en insolvencia, pero existe un porcentaje importante que trata de mantener a flote sus empresas. “Ahora el aumento también se debe a que muchas de ellas no están considerando el proceso de reestructuración, ya que para este se evalúa el escenario actual y se revisa la factibilidad de poder mantenerse en el tiempo, algo que un número importante de Pymes y empresas ve complicado”, indicó.
Sumó que las pymes prefieren la quiebra, ya que, al proceder con la liquidación el efecto que produce es la extinción de la deuda y obligaciones por completo. Lo contrario sucede con las grandes empresas, las cuales prefieren renegociaciones, ya que, les permite ordenar sus flujos y activos para seguir funcionando. Hay que considerar que la reorganización involucra costos que a veces las pequeñas y medianas empresas no están disponibles a asumir, además, la reorganización implica un ordenamiento financiero que implica complejidades que las mismas empresas no pueden administrar.
Sobre el escenario actual de las pymes, el ejecutivo dijo que hay que considerar que las pymes no han tenido descanso desde el 2019, ya que sufrieron con la crisis social de octubre de ese año, después la pandemia, y ahora en el 2023 están enfrentando un escenario económico complejo. “Sin embargo, creemos que las pymes que lograron superar las crisis pasadas estarán mejor preparadas para lo que se viene este y el próximo año. Además, a pesar de que se espera que sea un año de nulo crecimiento, este escenario también puede presentar una tremenda oportunidad para la innovación, la reinvención, el debate, el ingenio y la creatividad, incluso para buscar nuevas formas de ahorrar y de financiarse”, afirmó.