Buscan potenciarse entre sí y también con el sector productivo.
Red Compromiso con el Desarrollo Sustentable es el nombre del proyecto que busca establecer un acuerdo político y social de la Red de Universidades del Estado y de cada una de las entidades que la componen a través de la incorporación de los principios de sostenibilidad en cada uno de los ámbitos de acción, presentándose lineamientos que permitan fortalecer el rol del sistema de éstas en la agenda 2030 y en el desarrollo sostenible del país, así como adoptar, promover y resguardar una cultura sostenible y de respeto al medioambiente en cada institución.
Además busca promover la incorporación de los principios de los ODS en las distintas dimensiones del quehacer institucional tales como gestión institucional y académica, gestión de campus y entorno organizacional.
Aspira también a que la comunidad universitaria cuente con las capacidades y motivación para promover decisiones que faciliten un desarrollo sostenible. Asimismo, pretende visibilizar y posicionar las contribuciones en I+D+i+e que realizan las universidades del Estado en temas relacionados a la sostenibilidad, así como promover la colaboración interinstitucional.
La instancia ya efectuó su primer plenario y este ocho de septiembre se efectuará el segundo.
www.trade-news.clwww.trade-news.cl conversó con el director adjunto del proyecto, David Blanco, quien repasó la actualidad ambiental chilena y entregó detalles de la nueva red.
-¿Cuál es la visión general del actual momento que vive Chile en relación a la sustentabilidad?
– Chile y el mundo vive un momento en que la sustentabilidad cobra mayor importancia aun, debido a que se toma conciencia del agotamiento de los recursos, del cambio climático producto de altas tasas de emisión de gases de efecto invernadero, lo que ha conllevado a plantearse metas y sus respectivas acciones para poder alcanzarlas, de manera de poder desacelerar este fenómeno en que estamos inmersos. Estamos recién despertando.
– ¿Cuál es la importancia de la sustentabilidad y, por ende, de la reciente Red de universidades?
-Esta red ha permitido generar un espacio en el que no hay liderazgos nítidos, pero sabemos que el desafío es ese. Tenemos que educar o gestionar de mejor manera todas las acciones y capacidades, para que la gente pueda desempeñarse en sus labores diarias bajo el principio de sustentabilidad, que es en definitiva, el bien común que todos perseguimos. Tenemos que hacer una actividad universitaria consiente de cómo aportar a los territorios. Además, tenemos todas la posibilidad de generar investigación, multi e interdisciplinaria, para intentar a la solución de problemas, para que la comunidad sea beneficiada. La idea de este proyecto, es abordar desde lo mínimo a lo máximo, lo que incluye acciones puntuales, y nuevas asignaturas, para que el alumnado pueda adquirir herramientas para plantear soluciones.
– ¿Cuáles son los primeros desafíos y las expectativas frente a lo que viene?
-Primero, saber dónde estamos parados. Qué es lo que estamos haciendo, cuál es el contexto actual, y saber las brechas existentes para, teniendo la foto actual, poder desarrollar una estrategia efectiva, realizable, para poder llegar a cumplir esa visión de corto, mediano y largo plazo.
– ¿Cómo se proyecta el trabajo?
-Es un proyecto que se planifica a 36 meses, aunque buscamos que quede como un valor dentro de las universidades y sociedad en general, de manera tal que quede como un punto de partida para lograr el cumplimiento de metas. El seguimiento que haremos lo realizaremos todos los meses, y la idea es que al final participen las 18 universidades estatales. La idea es que todas funcionen en sintonía y a la par, que no hayan rezagadas en lo que concierne a sustentabilidad. La idea es apoyarnos entre sí, para que todas estemos a la vanguardia y convertirnos en referentes, líderes de opinión y de capacidades, para poder permear a la sociedad las buenas prácticas
– ¿Se buscarán alianzas con los sectores público-privados?
Sí, la idea es sumar todos los actores posibles. No sirve de nada estar en nuestra torre de marfil, realizando nuestras metas, sin contar con el apoyo de todos los sectores que tienen relación con el desarrollo del país. La idea es generar consensos de buenas prácticas para ser utilizadas en común, y ahí la experiencia del sector académico como del mundo privado puede ser de gran utilidad, y generar una sinergia beneficiosa para todas las partes.
– ¿Cuál es el diagnóstico de la actual institucionalidad ambiental chilena?
-Creo que aún estamos despertando, pero estamos avanzando rápidamente adaptando modelos norteamericanos y europeos a la realidad chilena. Los desafíos van por el lado del desempeño y cumplimiento de compromisos adquiridos tanto a nivel nacional como internacional. Debemos generar muchas acciones para contrarrestar los efectos del cambio climático, y tener un mejor comportamiento ambiental.
-¿Cuál es su opinión del comportamiento del sector productivo chileno en relación a la sustentabilidad?
-Es un comportamiento parejo en relación a otros países, con muchos casos de iniciativa propia para mitigar sus impactos ambientales, pero la gran mayoría no realiza ninguna acción hasta que el sector institucional crea leyes y normativas, esto, debido básicamente a consideraciones económicas. O sea, el desarrollo sostenible desde el mundo privado va de la mano de la normativa, de la ley, que incluye obligaciones.