El gobernador regional del Biobío, dijo que «parece que la ideología es lo que está primando…vemos un secretismo por parte de la Subsecretaría de Pesca».
Como una «amenaza real» para toda la actividad pesquera del Biobío, tanto industrial como artesanal, calificó el gobernador de la región del Biobío Rodrigo Díaz, el nuevo (y desconocido aún) proyecto de Ley de Pesca prometido por el Gobierno para este segundo semestre.
Durante la mañana de ayer, representantes de los trabajadores de flotas industriales del Biobío se reunieron con el Gobernador Díaz para manifestar la preocupación que existe en el sector, debido a las «luces» que ha entregado el Ejecutivo en esta materia, donde se aumentaría considerablemente la cuota al sector artesanal, en desmedro de la industria.
El gobernador Díaz aseguró que existe un serio prejuicio ideológico y que observa un «secretismo en la Subsecretaría de Pesca», ya que la industria es un dinamizador positivo para la zona. En esa línea, los dirigentes del personal embarcado solicitaron a la autoridad regional, involucrarse de manera concreta en la defensa de la industria pesquera.
«La industria pesquera es parte esencial de la región del Biobío y creo que es muy importante que las autoridades políticas de la zona conversemos pronto sobre esta amenaza real… veo que el Ministerio de Economía y la Subsecretaría de Pesca, están navegando en aguas que atentan contra el empleo en la región del Biobío», señaló Díaz.
Los trabajadores valoraron la disposición al diálogo, la valoración y a la defensa del sector por parte de Rodrigo Díaz; sin embargo, reiteraron su posición.
Juan Carlos González, presidente del Sindicato de Patrones de Pesca del Biobío indicó que «cuando se cruza la ideología con la realidad se produce un choque feroz, y los trabajadores vamos a defender lo que hemos construido, sin ninguna tregua. Eso no ha sido gratis, y tampoco lo vamos a entregar gratis, razón por la cual lo vamos a defender ante cualquier proyecto que venga a dañarnos y a meternos la mano al bolsillo a nosotros y a nuestras familias».
Finalmente, ambas partes acordaron trabajar en conjunto para movilizar a las fuerzas políticas de la región en defensa de todo el sector pesquero, tanto industrial como artesanal, para proteger a la estabilidad y formalidad de la actividad.