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Dólar retoma fuerza y se proyecta tendencia alcista

Gatillado por el avance de la divisa a nivel global, la incertidumbre ligada al tope de la deuda estadounidense y la caída del precio del cobre.

Durante los últimos días hemos visto un repunte del dólar a nivel mundial, esto ha provocado que se fortalezca frente al peso Chileno y en consecuencia el precio del cobre caiga, esto debido a que el comportamiento del metal rojo frente al dólar tiene una relación inversa, es decir, cuando el dólar sube, el precio del cobre cae, esto se explica porque el metal rojo se comercializa en dólares, por lo que  un en el dólar encarece la materia prima, provocando una caída en su demanda. 

Así explicó la dinámica del dólar el analista de de XTB Latam, Ignacio Mieres.

“La tendencia del dólar en Chile en el corto plazo se revisa al alza, esto producto de un deterioro en los datos económicos de Chile, mejoras en los datos económicos de EE.UU. y un aumento en la probabilidades de mantener las políticas monetarias de EE.UU. en terreno restrictivo”.

Mieres recordó que un aumento en el tipo de cambio, tiene efectos directos en la economía chilena, afectando principalmente las importaciones. “Los consumidores y fabricantes podrían ver un encarecimiento de los productos proveniente del exterior, provocando una caída en el consumo y un aumento en las presiones inflacionarias, debido al encarecimiento de las materias primas”.

Factor cobre

Efectivamente, durante la semana recién pasada, el cobre se situó en US$3,79 la libra, valor que está por debajo de la proyección de Cochilco para este año (US$3,9) y más cerca de la proyección para el 2024 (US$3,8).

Este descenso tiene múltiples factores explicativos, dado que se está analizando el precio de un commoditie de alta demanda mundial y cuya valoración está indexada a la posición del dólar en los mercados.

El académico de Programas Advance de la USS, Marcelo Gutiérrez, explicó que la demanda de cobre está influenciada por diversos factores, como el crecimiento económico global, la inversión en infraestructura y la demanda de sectores como la construcción, la electrónica y la automoción. Si hay una desaceleración económica o una disminución en la demanda de estos sectores clave, puede haber una reducción en la demanda de cobre, lo que puede presionar a la baja los precios, sostuvo.

Lo anterior se aplica a la actual condición de ralentización de la economía a nivel global.

De igual forma, añadió, como el cobre se cotiza en dólares estadounidenses en los mercados internacionales, los movimientos en el valor del dólar también pueden afectar su precio. Si el dólar se fortalece frente a otras monedas, puede hacer que el cobre sea más costoso para los compradores en otras monedas y reducir la demanda, lo que puede llevar a una disminución de los precios. Esta última condición se ha explicado debido a la política monetaria de Estados Unidos con foco en el control de la inflación, propiciando una mayor demanda de la moneda y, por ende, su fortalecimiento internacional, dijo Gutiérrez.

“Esta caída pudiera generar, en nuestro mercado, impacto en los ingresos futuros y por tanto en la recaudación fiscal de impuestos asociados a la explotación y venta de este metal, provocando la disminución de los flujos presupuestarios y, por consiguiente, una menor capacidad de ejecución de los programas estatales asociados ( de presupuesto), con impacto directo en la sociedad”.

El académico sumó además, que “la industria del cobre tiene una relación estrecha con los mercados financieros y otros sectores relacionados. La caída en el precio del cobre puede tener un efecto negativo en las acciones de las mineras, los fondos de inversión relacionados con el cobre y por ende en los resultados bursátiles, afectando por ejemplo algunos fondos de AFP indexados a inversiones en instrumentos relativos a esta industria”.

Presión bursátil

Respecto de un análisis proyectivo, Gutiérrez recordó que Cochilco fue explícito en su análisis bi-anual del año 2022, indicado que el precio para fines del 2023 y primer semestre del 2024, debiera rondar los US$3,8 por libra, muy lejos de los US$4,87 de mayo del 2021.

“Es así entonces que la ralentización de las economías a nivel mundial, genera una disminución en la demanda de estos bienes y, por otro lado, la fuerte presión bursátil de mantener al dólar con una posición relevante a nivel transaccional, propician un escenario mesurado respecto a proyectar variaciones al alza del metal en cuestión, condiciones que consolidaron las proyecciones a la baja de los expertos de la industria”.

A su vez,  la  profesora investigadora de Faro UDD, Viviana Véjar, puntualizó que la recuperación ha estado sucediendo por el lado de los servicios pero no por el sector industrial, por lo que se prevé que la demanda de cobre siga disminuyendo y por ende se mantenga a la baja el precio del cobre. 

“Se espera que la recuperación económica de las grandes potencias vaya mejorando hacia fines de este año, terminando un 2024 completamente recuperados a sus niveles de producción potencial, eso sin contar con que haya algún shock en alguna parte del mundo, el que puede venir de la mano del conflicto Rusia/Ucrania o de algún nuevo desastre sanitario a nivel global”.