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Por Cata Droguett, escritora, periodista y conferencista en Sustentabilidad

En el se producen más de dos mil millones de toneladas de residuos al año, y se estima que, si no se toman medidas con carácter de urgencia, se llegará a más de tres mil millones para el año 2050. En Chile se generan casi 17 millones de toneladas de residuos sólidos anualmente, lo que corresponde a una de las tasas más altas en todo .

Según las cifras del Ministerio de , cada persona genera diariamente 1,26 kilos de desechos, es decir, a nivel nacional se generan 24 mil toneladas al día. Esto nos convierte en el país que más basura produce por persona al día en todo Sudamérica. Según el Informe del Estado del Medio Ambiente del año 2020, en el 2018 se produjeron alrededor de 8.1 millones de toneladas de residuos en casa, de los cuales aproximadamente solo un 1.5% fue reciclado.

Quienes separamos nuestros residuos de manera particular sabemos que no es tarea fácil por falta de información y educación al respecto y la carencia de una y mecanismos que faciliten el reciclaje domiciliario. Por lo general, tenemos que juntar nuestros residuos y llevarlos a un punto limpio generalmente articulado por privados. Si lo llevamos a cifras, el 45% de los municipios de Chile no tiene un servicio de reciclaje municipal y los que declaran tenerlo, varían desde los que solo disponen de un par de contenedores, hasta aquellos que han incorporado servicios para recolección domiciliaria. Obviamente a mayor cantidad de recursos, mayor la posibilidad de reciclar, siendo una destacable excepción la comuna de La Pintana, municipalidad que tiene 15 años de experiencia reciclando vegetales y es un referente latinoamericano de compostaje.

La invitación es indiscutiblemente a mirar la problemática de nuestros residuos de una manera mucho más amplia. La práctica del reciclaje es milenaria, antes fundían el metal para transformarlo varias veces. Ahora, nosotros hemos adquirido esta práctica como la solución a todos los problemas del exceso de generación de desechos, pero creo firmemente en que hay muchas decisiones que debemos tomar antes de reciclar.

La primera es informarnos, leer etiquetas, investigar y ser ciudadanos empoderados de nuestro consumo. Día a día ejercemos un voto de confianza comprando a las empresas sus productos y servicios y somos patrocinadores de ellas cuando invertimos nuestro dinero en ello. Saber qué y a quién le estamos comprando nos permitirá rechazar todo aquel producto o servicio que le hace mal a la salud, a la y al planeta.

Reducir tu consumo es fundamental, pregúntate si realmente necesitas eso que vas a comprar. En caso de tener que adquirir algo, procura que sea de origen nacional, hecho por emprendimientos que practiquen el comercio justo y apoya con tu dinero a la industria local promoviendo también los oficios.

Reutiliza lo que ya tienes y vive más simple vuelve a utilizar las cosas y dales la mayor utilidad posible antes de que llegue la hora de deshacerte de ellas, así disminuyes el volumen de basura que estás generando y de paso ahorrarás muchísimo dinero en tu casa.

El reciclaje debe de ser la última opción si es que las otras decisiones no funcionaron, o en su defecto, el reciclaje es inevitable. El reciclaje es una manera de aprovechar los materiales y eso me parece bien, sin embargo, hay que recordar que reciclar también gasta energía y recursos. Tenemos en nuestras manos la fórmula para evitarnos esas cifras espeluznantes de residuos que generamos como humanidad. Todos hemos visto la cantidad de desechos que hay en el planeta, y aunque haya plantas de tratamiento, las cuales, en algunos casos, nos ayuden a controlar y darle un segundo uso a los residuos, tampoco son la solución al grave problema de los residuos que generamos.

Sumado al contexto anterior, esta semana del reciclaje nos recibe con la noticia de que Chile, por cuarto año consecutivo, es el primer país de América Latina en entrar en sobregiro ecológico, lo que se traduce en que necesitaríamos 3 planetas Tierra para sustentar nuestras necesidades si todas las personas del mundo vivieran como lo hace una persona en Chile.