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El Liceo Orlando Delgado Zúñiga y ARAUCO desarrollan novedosa iniciativa de monitoreo de las aguas del río Caramávida.
Conocer para conservar es la lógica que guía a quienes son parte de esta innovadora experiencia educativa en medio del bosque y que por segundo año consecutivo da vida a un programa de monitoreo de la calidad del agua del río Caramávida en la localidad de Antihuala, comuna de Los Álamos.
A través del análisis de las muestras que los estudiantes recogen mes a mes es posible saber qué especies están presente en distintos puntos de este afluente y, al mismo tiempo, estimar su abundancia poblacional, lo que a su vez arroja importantes luces sobre la salud ecosistémica del cuerpo de agua.
TRABAJO COLABORATIVO
Todo lo anterior es posible gracias a un trabajo colaborativo entre la empresa ARAUCO y el Liceo Orlando Delgado Zúñiga y que en esta segunda versión de la iniciativa cuenta con el soporte técnico de la consultora Fluir, entidad dedicada a evaluar la calidad de cursos de agua a lo largo de todo Chile.
El profesor de Biología y Ciencias Naturales del liceo, Samuel Cubillos, relevó que “esta alianza es maravillosa, ya que nos suma un montón para aumentar la curiosidad. A veces cuesta la parte teórica en sala, pero al hacer esta alianza, al juntarnos con las personas que habitan en nuestra comunidad, podemos hacer mucho más y que los chicos puedan aprender de mejor forma”.
CONOCER PARA CONSERVAR
Bernardo Reyes preside la Fundación Nahuelbuta. El ecólogo, quien además es miembro del Comité de Iniciativa de Nahuelbuta, destacó el proyecto por su gran aporte al aprendizaje de los estudiantes: “esto es aterrizar el proceso educativo a una experiencia y ésa es una de las mejores formas para garantizar que aquello que han aprendido teóricamente se refleja en una experiencia práctica… y eso no se olvida!”.
En la misma línea, Josu Pérez Larruskain, biólogo de la consultora Fluir, entidad técnica del proyecto, sostuvo que “ver a niñas y niños llegar a un medio natural como éste y ver cómo les invade la curiosidad, cómo van disfrutando de ir encontrando cosas, diferentes animales, a uno le llena de satisfacción. Este río tiene una riqueza acuática increíble. Es un tesoro, una joya que hay que preservar”.
Para los estudiantes, actividades de este tipo los motivan y amplían su interés por seguir aprendiendo en la modalidad teórico-práctica. Antonella Alarcón, considera que el monitoreo le permite saber de primera fuente sobre el buen estado de calidad del agua que consume. Además, agregó que la instancia “sigue aumentando mi curiosidad de saber el porqué, cómo sucede o, incluso, hasta aprender el ciclo de cuándo el agua es más potable”.
BOSQUE ABIERTO
Aldo Ríos, jefe de Patrimonio de ARAUCO, explicó que los bosques de la compañía ya sean productivos o de conservación, congregan distintos paisajes con una gran biodiversidad, recursos naturales y servicios ecosistémicos con los que los vecinos se relacionan. En este sentido dijo que “es bueno poder colaborar en el territorio de esta manera. Por un lado, contribuir en la formación de los estudiantes y, por otro, monitorear un río que provisiona de agua potable a las comunidades de Antihuala, La Araucana y Temuco Chico”.
Finalmente, Ríos adelantó que para el presente año esperan incorporar a este programa a 2 liceos más de la zona, ampliando el impacto en las comunidades educativas locales.