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Así lo explicó seremi de Energía de la Región del Biobío tras descongelamiento tarifario post pandemia. No obstante, vendrán nuevas alzas.
Primero por el estallido social de 2019 y luego por la pandemia, las tarifas eléctricas residenciales se congelaron hasta este miércoles, con la publicación por parte del Ministerio de Energía del decreto que fija el precio del nudo promedio del sistema eléctrico, aspecto clave a atender por parte de las distribuidoras al momento de fijar el precio al cliente regulado.
Cabe recordar que las tarifas se habían congelado a partir de la Ley de Estabilización de Tarifas Eléctricas o PEC 1, que dejó sin efecto el alza de 9,2% del segundo semestre de 2019, dejando como parámetro la tarifa del primer semestre de ese año.
Después vino la pandemia y el fondo de US$1.350 millones creado para solventar los mayores costos se agotó antes de su plazo original, proyectado para junio de 2023. Así, la nueva ley de estabilización, promulgada en agosto de 2022, conocida como PEC2, creó un nuevo mecanismo diseñado para amortiguar la entrada en vigencia de las nuevas tarifas y creó un nuevo fondo por US$1.800 millones.
LAS ALZAS
En concreto, el 90% de los clientes residenciales, cuyo consumo es menor a los 350 kWh, tendrán un alza de 2,5% en promedio, gracias al mecanismo de estabilización creado en agosto de 2022. Los regulados que superan los 500 kWh se verán afectos a mayores alzas, o, si se quiere, normalización de los precios.
“Hoy miércoles 13 de abril se publicó en el Diario Oficial l Ley N°21.472, que tiene por objetivo proteger tarifariamente a los clientes residenciales y de consumo de hasta 350 KWh, los que representan un 90% de la totalidad de clientes regulados. Esta ley permite que el aumento en las cuentas de electricidad no sea superior al IPC acumulado en los últimos meses. Esto quiere decir, que los clientes regulados verán una variación promedio de 2,5% en sus cuentas y no de un 40%”, explicó la seremi de Energía de la Región del Biobío, Daniela Espinoza.
Agregó que como Ministerio están trabajando en conjunto con parlamentarios y actores de la industria para buscar fórmulas que les permitan avanzar en mecanismos de focalización en materia de protección tarifaria de clientes vulnerables y el establecimiento de formas de contención para los segmentos de mayor consumo.
PROYECCIÓN TARIFARIA
No obstante lo anterior, quien estuviera a la cabeza por quince años de la Asociación de Empresas Eléctricas, Rodrigo Castillo, explicó a www.trade-news.cl que hay que entender que más que alzas de tarifas, esto se debe entender como una normalización tarifaria.
“Esto corresponde a un decreto tarifario del año 2022 que estaba atrasado, pero queda pendiente el decreto de 2023, que supondrá nuevas alzas, y muy probablemente con porcentajes mayores al conocido recientemente”.
Por lo anterior, Castillo estimó que es importante retomar con fuerza campañas que impulsen y promuevan la eficiencia energética, ya que aun cuando los hogares más vulnerables tendrán alzas más acotadas respecto a las de mayores ingresos y pymes, igualmente habrá un impacto en las cuentas finales.
“Sería deseable que desde el Estado existan mecanismo que vayan en ayuda de las pymes, ya que esto afectará de mayor manera a comercios, panaderías y un buen número de emprendimientos”, acotó.
MALA POLITICA
Por su parte, el ingeniero eléctrico de la UdeC, Claudio Roa, catalogó de mala política pública estas leyes de congelamiento de precios, ya que distorsiona el mercado, sostuvo, allanándose más bien a las transferencias directas a grupos acotados.
“Pero esto ya está hecho, y ahora preocupa si los rangos de consumo se harán basados en tarifa normal o tarifa de invierno, ya que a la par, han hecho campañas para electrificar la calefacción domiciliaria para dejar de usar leña, por lo que habrá que estar atento a los consumos ahora que vienen los meses de frío”, expresó.
Sobre la proyección de precios, Roa recordó la dependencia del valor del dólar para el esquema tarifario chileno, por lo que si se repitiera nuevamente un escenario con un dólar cercano a los $1.000, podría implicar que nuevamente se extinga el fondo de estabilización.