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Tras cinco años, Senado aprobó unánimemente la reducción de jornada laboral. Ahora pasa a tercer trámite en la Cámara de Diputados.
Con júbilo y lamentando haber esperado cinco años para que la jornada laboral de 40 horas semanales esté a punto de ser realidad en Chile, reaccionó la presidenta de la CUT provincial en Concepción, Paola Zuñiga.
La líder sindical corroboró que los y las trabajadoras necesitan más tiempo de esparcimiento, y abordó el próximo desafío.
“Ahora viene la lucha por el aumento del sueldo mínimo. Pensamos que con el actual no se puede vivir, y con $500.000 que postulábamos, hoy sólo se sobrevive debido al contexto inflacionario que ha disparado los precios de la canasta básica de alimentos”.
Consultada Paola Zuñiga sobre su sentir respecto a la implementación, la dirigente sindical celebró que en Biobío hay varias empresas que ya están con ese nuevo régimen laboral. No obstante, reconoció que hay preocupación por parte de los trabajadores, ya que temen que se vean disminuidos sus sueldos a partir del acortamiento de jornada. Pero se mostró esperanzada en que el empresariado entenderá que un trabajador bien remunerado y descansado, al final, es más productivo, aseveró la representante del mundo de los trabajadores en Concepción.
“Más que nunca será crucial el trabajo de fiscalización de la Dirección del Trabajo, para que esta ley no sea letra muerta”.
Y ya a nivel nacional, el presidente de la Anef, José Pérez, sostuvo que no quedaron dudas de que existe un apoyo transversal al proyecto, pero es importante, resaltó, saber cómo se irá implementando cuando sea aprobado.
“Todo este tiempo hemos estado monitoreando y acompañando el proceso, hemos estado muy atentos y tenemos un compromiso con el Gobierno de asumir el desafío, una vez de que este proyecto se transforme en ley, de abordarlo para el sector público como un derecho, por eso hemos estado hoy presentes y promoviendo el debate posterior con el Ejecutivo”, enfatizó.
Y ¿qué piensan los empresarios de la Región del Biobío?
Al parecer apoyan la medida, pero con reparos y preocupaciones puntuales.
Efectivamente, desde la CPC Biobío, su presidente, Álvaro Ananías, aseguró que como gremio siempre apoyarán medidas que vayan en beneficio de las personas.
“Pero eso debe estar en comunicación y balance con las estructuras de las compañías. Nos parece que ese proyecto debe tener al menos dos miradas: una es la productividad, “y en este punto habíamos dicho implementar primero una jornada de 42 horas y así ver su efecto en ésta. La productividad en Chile no ha avanzado en los últimos quince años y nos parece razonable haber avanzado de a poco”.
El otro aspecto, es la adecuación a las distintas realidades, ya que no es lo mismo su implementación en las pymes respecto a las grandes compañías con mayores espaldas.
“Si bien se incorporaron conceptos de flexibilidad, cuando se piensa en negocios emergentes o pymes de servicios, en las cuales la jornada es relevante en cuanto a productividad, nos parece que debió tener una mirada distinta”.
Mejor que el original
“El proyecto de ley de 40 horas laborales que finalmente se aprobó sin duda que es mucho mejor a la iniciativa planteada originalmente. El factor de gradualidad para poder prepararnos al nuevo ajuste, y que era un tema que nos preocupaba, felizmente fue acogido, y es así que tendremos el tiempo necesario para adaptarnos”, sostuvo el presidente Comité Regional de la Asociación de Industriales Metalúrgicos y Metalmecánicos (Asimet) Biobío, Gustavo Alcázar.
En el sector que representa, explicó, tienen colaboradores con jornadas ordinarias y excepcionales (continuas). En estas últimas, operan personas que demoran hasta tres años en capacitarse, porque son oficios que se perfeccionan in situ y en el tiempo. Por lo mismo, esos colaboradores no son fáciles de reemplazar.
“Con esta ley las empresas de nuestro sector tendrán que aumentar su dotación de colaboradores, y es por eso que el factor tiempo es clave para poder capacitar a los nuevos trabajadores”.
Alcázar también aplaudió que se apoyaran las compensaciones pecuniarias, es decir, cambiar los días de descanso por compensación económica. Por experiencia, aseguró, los colaboradores del sector metalmecánico, en su mayoría prefieren la compensación económica, por lo tanto, en ese aspecto también considera que hubo un avance positivo.
¿Qué les preocupa?
“Que este ajuste significará, por concepto de contratación de nuevas personas, un aumento en los costos de aproximadamente un 10%. Si a esto le sumamos un aumento del 6% por parte del empleador que está indicado en el proyecto de ley de pensiones, significa un 16% de aumento en los costos relacionados a mano de obra, cifra que generará un alto impacto en las empresas y que no todas serán capaces de resistir. Esto es relevante cuando la industria nacional compite contra importaciones que no están sujetas a las mismas presiones de costo, lo que indudablemente impacta la competitividad de la industria local que es, en definitiva, la que da empleos en Chile”.
En esta línea, la académica de Administración Pública de la USS, Alina Muñoz, expresó que “estos cambios para muchas empresas significarán una nueva estructura de costos, en que, al tener que contratar personal para cubrir horarios, significará un incremento importante”.
El presidente Comité Regional de la Asimet Biobío, Gustavo Alcázar, agregó que este tipo de iniciativas deben ir necesariamente acompañadas de otras medidas para compensar el impacto que pueden generar, y que en este caso debe ser la implementación de una estrategia que busque aumentar la productividad, porque Chile, según el ranking de la Ocde, se ubica dentro de los diez países menos productivos de ese grupo.
“Asimet se encuentra trabajando junto al Ministerio de Economía en una estrategia industrial para que sea implementada al más breve plazo en nuestro país, y esperamos contar con los apoyos y colaboraciones que sean necesarios para su puesta en marcha”.
Grupo M: “buscamos acuerdos beneficiosos”
“Con el tiempo de implementación, de aquí a cinco años, es un salto positivo como compromiso con el tejido empresarial y talento. Busca flexibilizar dentro de las posibilidades de conciliación permitiendo contemplar diferentes alternativas para poder llevarlas a cabo, pudiendo escoger como organización, la forma de llevarlo a cabo, si con reducción de horas cada día, o bien migrar hacia un modelo de cuatro días laborales y tres de descanso, por ejemplo. Algo que dependerá de cada rubro. Es un desafío para un rubro como el nuestro dado que entregamos un servicio que requiere de dedicación. Nuestra manera de enfrentarlo mientras se promulga la Ley es ir directos a los clientes buscando acuerdos beneficiosos para ambos lados y desde ahí construir un modelo de trabajo beneficioso para ambas partes”, planteó la People Director de GroupM, Camila Parada.
Ojalá Chile marque el rumbo en Latinoamérica
“Esto será beneficioso en todo sentido, porque viene a mejorar el bienestar personal, sin necesidad de perder la productividad. Eso va a motivar mucho al trabajador a, por ejemplo, terminar antes y aprovechar los espacios de ocio; ya sea salir, compartir con los cercanos, entre otros, o la misma posibilidad de hacer workation. Las personas más descansadas funcionamos mejor. Espero que al momento de aplicarse las 40 horas se vea un cambio sustancial en la forma como trabajamos. Tenemos que luchar por mejorarnos la vida de todos entre todos. Ser productivos, tener más tiempo, disfrutar más de nuestros hijos, padres, abuelos, amigos; simplemente disfrutar un poco más de la vida misma. Y soy emprendedor. Igualmente, se podría ser 4×3 que yo lo encuentro fantástico. Pero es clave que se aplique de manera consciente, o si no se podría aumentar una especie de injusticia social. Los tiempos cambian, y espero que las 40 horas sea aprobada. Estos cambios han venido a instalarse, ojalá Chile sea el que marque el rumbo en Latinoamérica”, opinó el cofundador de Nawaiam, Horacio Llovet.