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Biobío muestra cifras de desempleos mejores a las del país

  • Preocupa, no obstante, que la mejora en las cifras se sostenga en el crecimiento de los asalariados informales y el empleo por cuenta propia.   

 

Lejos del 8% nacional fue la cifra de desempleo que registró la Región del Biobío, que llegó al 6,8% en el trimestre móvil noviembre de 2022-enero de 2023, cifra que disminuyó 0,7 puntos porcentuales en doce meses, explicado por el incremento de la fuerza de trabajo (4,7%) y el ascenso de los ocupados (5,6%), según informó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

De acuerdo al informe, las personas desocupadas disminuyeron 5,5% en la comparación interanual, lo que significó 2.969 personas menos en esta condición.

Las personas ocupadas presentaron un crecimiento interanual de 5,6%, equivalente a 36.776 personas más, influenciado por las mujeres (9,8%) y los hombres (2,6%).

 

Sectores que inciden

Los sectores que más incidieron en el ascenso de las personas ocupadas fueron comercio (19,3%) y enseñanza (13,0%). Por su parte, asalariados informales (15,4%) y trabajadores por cuenta propia (8,6%) fueron las categorías que más influyeron en el de las personas ocupadas.

La tasa de ocupación informal se situó en 27,4%, registrando un incremento de 1,8 puntos porcentuales en doce meses. Las personas ocupadas informales mostraron un alza interanual de 12,7%, equivalente a 21.490 personas más.

La población fuera de la fuerza de trabajo descendió 3,9%, al registrar 25.156 personas inactivas menos, influenciado por las mujeres (-5,6%) y los hombres (-1,0%).

Mientras que la tasa de desocupación femenina de la región fue de 7,3%, disminuyendo 0,4 puntos porcentuales en doce meses, explicado por la mayor alza de las ocupadas (9,8%), en relación a la exhibida por la fuerza de trabajo en mujeres (9,3%).

La tasa de participación femenina se ubicó en 45,6%, ascendiendo 3,6 puntos porcentuales en doce meses, por su parte, la tasa de ocupación femenina creció 3,5 puntos porcentuales en su variación interanual, situándose en 42,3%. Las mujeres fuera de la fuerza de trabajo decrecieron 5,6%.

Por su parte, la tasa de desocupación masculina se situó en 6,4%, disminuyendo 1,0 puntos porcentuales en doce meses, como consecuencia del mayor aumento de los ocupados (2,6%), en comparación al presentado por la fuerza de trabajo en hombres (1,5%).

 

Próximos trimestres

Sobre estos números, Marcelo Gutiérrez Delgado, académico de programas Advance de la Universidad San Sebastián, a la luz de las actuales condiciones económicas del local, y atendiendo la estacionalidad, debieran darse cifras mayores para el siguiente trimestre móvil (marzo-mayo), debido a la del comercio asociado al período estival.

“No obstante, es necesario entender que en los últimos meses se ha apreciado un aumento de la empleabilidad por cuenta propia, lo cual indica que los puestos de trabajo asalariados han ido a la baja, condición que se debiera ver reflejada en los siguientes periodos, así como también la eliminación de algunos puestos de trabajo en asociadas al rubro inmobiliario y agrícola”, analizó.

Sumó que la fuerza laboral femenina viene con un aumento de su posición dada las exigencias socioeconómicas actuales. Sin embargo, el aumento depende exclusivamente del aumento en la demanda de mano de obra, la cual se ha visto mermada en los últimos meses, más aún en las condiciones de incertidumbre financiera que nos rodean.

“Por otra parte, tenemos una mayor disponibilidad de oferta de mano de obra femenina, debido al ciclo lógico de aumento de perfeccionamiento de las mismas en los últimos años. Entonces, el aumento se debe a dos grandes factores, el primero es el mayor nivel de perfeccionamiento de las mujeres en los últimos años, que ha provocado un aumento de disponibilidad, y, por otro lado, los efectos sociales y económicos de contratar mujeres también han sido bien atendidos por los empresarios”.

En tanto, Carlos Smith, economista del Centro de Estudios de Economía y Negocios de la FEN de la Universidad del Desarrollo, indicó que es probable que dentro de unos dos trimestres móviles se de un aumento en el desempleo, porque noviembre y diciembre son épocas de mayor empleo por el comercio, el verano y todas las actividades vinculadas al periodo estival, por lo que es normal que eso suceda.

“Lo más seguro es que cuando las mediciones sumen marzo, se apreciarán números peores. Las mujeres son las únicas que aumentaron la participación laboral, que están buscando más trabajo que antes, mientras que los hombres se mantienen relativamente estable”, apuntó.

Aparte, sostuvo que, por la fecha del informe, el comercio tiene un impacto positivo en generación de puestos laborales, pero el tema relevante es el aumento sostenido que muestran los trabajadores por cuenta propia, lo que es preocupante, puesto que se debe bajar la informalidad por la mala calidad que representa. “Por ende, no hay protección social y se trata de algo no menor que es necesario solucionar”, subrayó.

 

Actividades informales

Finalmente, Ariel Yévenes, economista del Observatorio de Corbiobío, sostuvo que las cifras se han mantenido fundamentalmente por el surgimiento de una serie de actividades ligadas a la informalidad. En este sentido, si bien los números señalan un sostenimiento del empleo, ello se produce con puestos de trabajo de menor calidad, productividad, prestaciones sociales y salarios. 

“En el fondo, hay una precarización del empleo, en línea con la evidente pérdida de dinamismo de la economía chilena en general y sobre todo con las carencias de una privada que se encuentra totalmente estancada, en un escenario de marcada incertidumbre, poco proclive a la generación de nuevos grandes proyectos”.

Así, dijo que las actividades ligadas a servicios se vuelven relevantes, especialmente en esos espacios de informalidad y en lo cual el empleo femenino ha ido recuperando paulatinamente puestos de trabajo pero que, vale la pena insistir, genera preocupación por la informalidad en los cual ello emerge, que tiende a sostenerse estructuralmente en el tiempo.