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Se trata de una espuma de base biológica reciclable y biodegradable que se desarrollará en gran medida partir de la celulosa de los bosques de la forestal chilena
En medio de los problemas climáticos, empresas de todo el mundo se han enfocado en encontrar soluciones más sustentables, a través de la innovación y la ciencia, que sustituyan materiales y productos contaminantes como el plástico.
Una de ella es Woamy, un spin-off de la Universidad de Aalto, Finlandia, que creó un material de espuma de base biológica para reemplazar al plástico del poliestireno expandido y otras espumas plásticas. La invención es reciclable, biodegradable, ligera y resistente, y se desarrollará en gran medida a partir de la celulosa de CMPC.
La startup recaudó un millón de euros en una ronda de capital semilla para desarrollar y ampliar la tecnología. El levantamiento de capital fue liderado por CMPC Ventures, el brazo de capital de riesgo de CMPC, una de las empresas productoras de celulosa más grandes del mundo.
Problema mundial
Se estima que en Chile se desechan cerca de 360 millones de toneladas de plumavit al año y que 60 millones provienen de labores industriales, debido a las importantes propiedades térmicas que posee. Este material derivado del plástico puede permanecer hasta mil años en el planeta debido a que no es biodegradable, un problema mundial que ha llevado Washington DC, San Francisco y Seattle a prohibir su utilización.
El componente contaminante de este producto necesario para las industrias impulsó la creación de esta nueva alternativa al plástico. «Nuestro equipo multidisciplinario de científicos, ingenieros, diseñadores y empresarios está listo para hacer que la industria de la espuma sea sostenible», señaló luego de la ronda de financiamiento, la gerente general de Woamy, Susanna Partanen
La gerenta de CMPC Ventures, Bernardita Araya, explicó que vienen siguiendo el desarrollo de Woamy desde hace más de un año. «Estamos muy felices con esta asociación. Contamos con un equipo entusiasta y comprometido de expertos técnicos, estratégicos y comerciales para ayudar con la aceleración a escala industrial, aprovechando al máximo las variadas sinergias existentes hacia el desarrollo de productos más sostenibles basados en nuestra celulosa», señaló.
Características
Además de ser amigable con el medio ambiente, la espuma a base de celulosa de Woamy tiene un proceso de fabricación libre de moldes y de secado rápido sin necesidad de aditivos químicos, presiones o temperaturas extremas. Al mismo tiempo, su uso representa una alternativa para reemplazar el plástico en diversas aplicaciones que van desde envases protectores y tableros laminados hasta plantillas de zapatos y materiales para el aislamiento de edificios.
Susanna Partanen explicó que «el llamado para este tipo de innovación en el mercado es urgente y sigue creciendo. Empresas alrededor del mundo buscan formas de eliminar el plástico en sus productos y envases. Estamos felices de poder acelerar nuestras operaciones para ofrecer estas soluciones y ser parte de la creación de un mundo más sostenible».
Uno de los aspectos clave de la invención es que logra imitar la resistencia direccional de la madera, superando por densidad la de otras espumas biológicas.
Este desarrollo comenzó en un grupo de investigadores de la Universidad de Aalto, que contó con el apoyo de la casa de estudios. «La Universidad de Aalto apoya masivamente el emprendimiento y las actividades de innovación. Detrás de las startups exitosas, detectamos un gran número de experimentos, ensayos, fracasos y éxitos que finalmente conducen a la innovación operacional y a la obtención de fondos de seguimiento del sector privado,» aseguró Panu Kuosmanen, asesor de Innovación de Aalto Innovation Services.
La innovación constituye un eje central dentro de la estrategia de CMPC. Por eso en 2022, la empresa abrió su primera oficina en Helsinki, Finlandia, y a través de ella busca conectar con el ecosistema nórdico, trabajando con diferentes startups y centros de investigación que están desarrollando productos en base a celulosa y productos del bosque, como es el caso de Norratex, la fibra textil en base a celulosa que desarrolla con la startup finlandesa Nordic Bioproducts Group.
El mismo presidente de la compañía, Luis Felipe Gazitúa junto a otros ejecutivos viajaron para inaugurar formalmente la nueva sede que es comandada por la economista finlandesa Anna Niittyla. Eligieron Finlandia porque es un país importante para el desarrollo de nuevos bioproductos, está cercano a los centros de investigación en bioeconomía más respetados del mundo y trabaja coordinadamente en una triple hélice con la academia y mundo privado.