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Ricardo Fuentes Lama, director de Ingeniería Comercial y director de Postgrados de la Facultad de Economía y Negocios, de la Unab Concepción, analizó el escenario económico.
Todo el mercado, tanto nacional como internacional, auguran un 2023 complicado en el plano económico, algo que ya se está reflejando, por ejemplo, en que la Región del Biobío se expandió un 1,6% en el tercer trimestre de 2022, incidida tanto por los servicios como por el resto de bienes, según la información preliminar de las Cuentas Nacionales, dadas a conocer por el Banco Central.
Pare el caso país, el Banco Mundial prevé un crecimiento de 2,1% en 2022, que mejoró sus estimaciones en relación a octubre para el año recién pasado, aunque oscureció el panorama para 2023.
En su informe de Perspectivas Económicas Globables dado a conocer este martes, la entidad apostó por una contracción del PIB chileno de 0,9% para este año, una caída más profunda que el 0,5% anticipado en el reporte anterior.
En ese contexto, Ricardo Fuentes Lama, director de Ingeniería Comercial y director de Postgrados de la Facultad de Economía y Negocios, Universidad Andrés Bello sede Concepción, apreció a TradeNews.cl que el comercio y la industria manufacturera decrecen, este último producto interno regional nos señala que, durante el tercer trimestre de 2022, el PIB creció en once de las dieciséis regiones. En conjunto Chile creció un 0,3%. Este crecimiento se explica por el desempeño de los servicios que contrarrestó a los rendimientos del comercio y la minería. “Biobío al igual que Chile se prepara para un 2023 negativo, no se proyecta crecimiento para este año”, apreció.
– ¿De qué manera se puede incentivar la inversión en el Biobío?
– En el último Índice de Percepción Empresarial de la Región, IPER, los empresarios, en un 56%, señalaron que las inversiones en sus empresas disminuirán. La principal razón para esto es la incertidumbre, con un 54%. En esta línea, la manera de incentivar la inversión que espera el empresariado es precisamente tener señales de por parte del gobierno de reglas claras y señales que vayan en torno a disminuir la incertidumbre. Hay un componente de expectativa política importante, un ejemplo claro es el rechazo de la propuesta constitucional, en que aparecían varios elementos que no gustaban al empresariado. El resultado reflejó una mejor perspectiva en la percepción empresarial. De acuerdo con esto, cuando la nueva constitución esté aprobada, será sinónimo de tener las reglas claras, lo que favorecerá la toma de decisiones en materia de inversión. La incertidumbre, como ya señalé, es el enemigo número uno.
– Este año 2023 se ve complejo económicamente, pero ¿existe una opción de doblar ese pesimismo?
-Definitivamente no. Este 2023 será un año de recesión. Los analistas locales consultados por el Banco Central esperan terminar el año con una inflación del 5% y una TPM en 7%, para enfrentar un 2024 de recuperación.
-Los países de ingresos medios, como Chile, logran un PIB del orden del 4% máximo. ¿Eso se mantiene?
-En las condiciones actuales, Chile volverá a esas tasas el 2025, 2024 será de recuperación, pero en torno a 2 y 3% de crecimiento.
-Crecer poco implica menos empleo y otros efectos. Por ende, ¿sigue siendo aplicar más impuestos es el camino correcto?
-Los impuestos tienen repercusiones en las utilidades, pero en función de todas las medidas y reformas que se quieren implementar son necesarias, son cambios importantes que requieren ingresos constantes para el gobierno a través de impuestos. Si bien es cierto hay opositores a la reforma tributaria propuesta, en algún momento se debe realizar, dado que existen demandas sociales que no pueden esperar, como mejoras en las pensiones, salud, etc.
-Siendo Biobío una región productora y de servicios ¿dónde queda la innovación?
-Es clave, para una región que su principal sector es el manufacturero, el buscar nuevas formas en sus procesos que permitan eficiencia. La innovación, sin ninguna duda, debe ser primordial para nuestras empresas, acercar la tecnología, promover la creatividad, etc. Deben tributar a obtener resultados mejores y hacerlas más competitivas nacional e internacionalmente.
– ¿Es necesario, por ende, que las empresas inviertan en I+D?
-Sí, va de la mano, y hay un espacio de crecimiento importante con los resultados que se pueden obtener de la mano de la investigación. El gran desafío es que la academia tenga una relación más profunda con el mundo empresarial y que existan focos para generar un ecosistema que tribute a la investigación, orientada a los desafíos que las empresas de Chile y del Biobío tengan.