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Chile suma 14 años consecutivos de sequía

  • Pese al buen año hidrológico en la Región del Biobío, se mantiene un déficit de precipitaciones de 6,3%. 

 

El 2022 cerraría con precipitaciones bajo el promedio, con lo que se completarán 14 años consecutivos de sequía en Chile. Ese fue uno de los datos entregados por el Ministerio del Medio Ambiente y la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) que evidencian los impactos del en el .

“El cambio climático no es algo abstracto, es muy concreto y lo vemos en Chile: subieron las temperaturas, aumentaron las olas de calor, disminuyeron las precipitaciones. Las proyecciones nos indican que los eventos meteorológicos extremos se van a acentuar. Van a aumentar la frecuencia, intensidad y duración de olas de calor, aumentará la frecuencia de las sequías, aumentarán las marejadas y pérdida de playa”, comentó la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, en su última actividad pública antes de viajar a la COP27 de Egipto.

De acuerdo a la información de la DMC, en la zona centro, sur y austral, se ha evidenciado una disminución de las precipitaciones promediando, a nivel nacional, una caída de 26 milímetros por década, pero en algunas zonas del sur del país las menores precipitaciones llegan a 300 milímetros por década.

“No solo es un año seco, sino que llevamos 13 años consecutivos de sequía y este 2022 se añadirá, transformándose el 14 año consecutivo. Si bien tuvimos un lapso de lluvia, entre abril y julio, en el rango normal, los otros meses fueron bastante secos. La combinación de altas temperaturas y bajas precipitaciones no es un buen escenario, y las proyecciones indican que se incrementará esta tendencia”, explicó la jefa de cambio climático de la DMC, Claudia Villarroel.

Asimismo, respecto al histórica, destaca que 2021 fue el cuarto año más cálido en más de medio siglo, y su tendencia es de 0,15°C por década. Los últimos 11 años han sido los más cálidos desde que se tiene registro. Asimismo, se evidencia una semana más de temperaturas sobre 30°C cada 10 años, lo que ha promovido que las olas de calor hayan intensificado su duración e intensidad, duplicándose en los últimos 20 años.

¿Qué pasa en la Región del Biobío?

El director de la DGA, Álvaro Morales, informó a Trade-News respecto a la situación hídrica al mes de octubre, que ésta es mejor respecto a la misma fecha del año 2021 (un superávit 61,7 %). No obstante, aún persiste un déficit  de precipitaciones del 6,3 % respecto a un año hidrológico promedio o normal. 

Por otra parte, dijo Morales, el registro de nieves en la estación Alto Mallines (en la cota 1700 msnm), es nulo. 

“En este sentido como DGA tenemos en carpeta un proyecto para ejecutar dos nuevas estaciones nivales, en cotas superiores, en el sector Trapa Trapa en Antuco y en el sector Callaqui en Alto Biobío, que permitirán ampliar el registro y monitoreo de nieves con el objetivo de afinar las proyecciones respecto al aporte de deshielo en estiaje”.

Respecto al estado de embalses, el director de la DGA informó que Ralco y están a plena capacidad, con un 100 % y un 98,5 % respecto de su capacidad máxima. No obstante, la Laguna Laja presenta un llenado de un 35,6 % respecto a su promedio histórico, es decir 1.195 millones de metros cúbicos, respecto los 3.359 millones de metros cúbicos que se registran como promedio histórico, el cual se prevé aumente en un porcentaje menor dado lo avanzado de la temporada de deshielo e inicio de la temporada de riego.

Por su parte, el presidente de la Sociedad Agrícola del Biobío, José Miguel Stegmeier, ratificó el mejor año hidrológico y proyecto una temporada de riego normal. Sin embargo, fue cauteloso en cuanto a la proyección.

“No sabemos si esto marca un cambio de tendencia, y esperamos que así sea, pero no debemos desconocer la situación de sequía que se arrastra ya hacia varios años”, dijo Stegmeier, recalcando que igualmente se debe seguir avanzando y sumando hectáreas que utilicen riego tecnificado, que en el caso de la provincia del Biobío alcanzan un 50% de la superficie de siembra.

 

Proyecciones
A través del Atlas de Riesgo Climático (Arclim), plataforma que proyecta riesgos climáticos a lo largo del país, se proyecta que la frecuencia de sequía aumente en gran parte del territorio nacional, sobre todo entre Atacama y Aysén. Se avizora que 180 comunas tendrán 40% o más de frecuencia de sequía en el futuro.

Las precipitaciones también disminuirán en un rango de 16% a 17% entre las regiones de Coquimbo a Ñuble. La nieve acumulada caerá considerablemente y, por ejemplo, en las regiones de O´Higgins, Maule, Ñuble, Biobío, La Araucanía y Los Lagos se proyecta una disminución de la nieve acumulada de más de 50% en todas las comunas cordilleranas.

 

COP27 
En la presentación de estos datos, la ministra Maisa Rojas se refirió a la participación de Chile en la COP27 que se realiza en Egipto. “Chile es un país pequeño,  altamente vulnerable y entendemos lo que está ocurriendo y lo que se nos viene adelante. Por eso estamos disponibles para hacer todo lo que está en nuestras manos para hacer frente al cambio climático con todas las soluciones disponibles”, comentó.

En este sentido, el director del Centro de Ciencias Ambientales, Eula-Chile, Ricardo Barra, destacó que se haya podido incorporar a la agenda de la COP 27 el tema de la financiación de pérdidas y daños, que implica que países más ricos financiaran a los más pobres que están sufriendo los efectos del cambio climático, liderado por Chile y Alemania.

“Esta cumbre está más centrada en los mecanismos financieros, el cómo los países que emiten más compensan, ayudan a los países que están siendo más bien víctimas de estos tremendos efectos del cambio climático que estamos viviendo. Esto a su vez es un fuerte llamado de atención, para que se sumen mayores esfuerzos en reducir emisiones. Chile está haciéndolo, ya este año un 25% de la matriz energética está siendo alimentada por energías limpias”.

En esta área, Barra dijo que el gran desafío es ver cómo ampliar la transmisión, que sirva para llevar la energía desde donde se produce hasta los centros de consumo. Esto ya está generando dificultades con comunidades, tomando en cuenta que las líneas de transmisión son intensivas en uso de suelo.

“Acá en la zona la línea Mataquito-Hualqui está generando conflictos, puesto que pasa cerca del Parque Nacional Nonguén, lo que genera tensiones entre las comunidades. Creo que vamos en la línea correcta con el proceso de , con una transición energética ojalá acelerada,  pero debemos tener en consideración los impactos locales que esta transición pueda estar afectando a Chile”.