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Por Óscar Gutiérrez, académico Ingeniería Civil Industrial, Universidad de Las Américas Concepción.
Halloween o la también denominada noche de brujas es una celebración anglosajona que vino a instalarse en nuestro país. Es innegable que esta fiesta motivó la proliferaron de negocios vinculados a disfraces, maquillaje y caramelos para regalar a los niños ese día. Es que en los negocios no se puede ir en contra de los cambios culturales, pues si la sociedad o parte importante de ella los adoptan, cambian los comportamientos, percepciones, costumbres y dinámicas de vida, trayendo consigo una nueva necesidad que a ojos de un buen emprendedor es una oportunidad.
Así como Halloween, existen otros cambios culturales como el veganismo, el aumento en la adopción de mascotas o la apertura a las compras online, que constituyeron espacios de oportunidad para generar emprendimientos. Esto, debido a que se fueron configurando modificaciones en la sociedad que establecieron nuevas necesidades, las cuales generaron interés por productos o servicios que comprenden y empatizan con los intereses no satisfechos.
Es necesario estar atentos a estas transformaciones, ya que con una mente emprendedora o mindset, se pueden lograr nuevas y atractivas fuentes de ingreso.
