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El presidente de la Cámara Chileno Canadiense, Pablo Herrera, estuvo en Concepción analizando nuevas oportunidades de negocio.
El presidente de la Cámara Chileno Canadiense, Pablo Herrera, estuvo en Concepción en el contexto de giras que están realizando por Chile (iniciativa conjunta con Scotiabank), para generar encuentros empresariales tanto con socios de la Cámara como actores del sector productivo locales, y analizar en conjunto el escenario económico mundial y local, su proyección y cómo éste se enlaza con el proceso constituyente chileno.
Asimismo, dijo, están analizando las oportunidades de inversión que cada región tiene, que en el caso de la Región del Biobío están en la industria pesada como la siderúrgica y la refinería de petróleo crudo, así como también en el mundo agrícola, portuario y eléctrico, donde ya tienen presencia, y donde ven nuevas oportunidades para seguir avanzando, aseguró.
Herrera destacó que con cifras al 2020, Canadá es el segundo inversionista más grande en términos de stock de inversión en Chile, después de Estados Unidos, que asciende a US$31.586 millones, lo que representa un 34,5% de la inversión de América y un 11,4% de la inversión extranjera mundial recibida en Chile.
“Si tomamos en cuenta nuevos proyectos de inversión, Canadá podría estar alcanzando en la actualidad en primer puesto en este ítem”, recalcó.
El personero, destacó los 81 años de relación bilateral con Canadá, y recordó que este año se celebran los 25 años del Tratado de Libre Comercio con Canadá y los 30 años de la Cámara.
Consultado sobre ejemplos de presencia de inversionistas canadienses en la Región del Biobío, Herrera ejemplificó con el Puerto Lirquén, Tierras Raras, en Penco. Así como Essbio y Transelec.
Cabe destacar que la Cámara cuenta con un poco más de 110 empresas asociadas a lo largo del país. El 48% de nuestras empresas socias son canadienses, mientras que el resto son chilenas y de otros orígenes, que buscan relacionarse entre sí.
Y casi el 40% es de regiones, o tiene presencia a través de sucursales.
En la Región del Biobío existen 17 empresas socias.
-¿Cuál es su diagnóstico respecto a la situación política-económica chilena?
-Canadá no está ajeno a estos procesos como el constituyente. Vivió una situación compleja en los años 80 con la potencial separación del mundo francés, pero supieron encausar la discusión, generaron un diálogo social entre la multiculturalidad existente en ese país, habituado a cambios e incertidumbres, pero donde prima la cultura del diálogo.
En este contexto, el inversionista ha estado mirando con atención el proceso chileno, pero sin sorprenderse mayormente, toda vez que están asegurada condiciones básicas como la certeza jurídica, como el derecho de propiedad y el apego a los tratados internacionales. Por eso, hasta ahora la inversión canadiense no ha mostrado la necesidad de irse del país, por el contrario, se han dado señales claras con inversión en minería (Teck Quebrada Blanca) y en el sector eléctrico.
-¿Cuánto complica que el primer proceso constituyente haya resultado fallido?
-Sí, bueno, los procesos de toma de decisiones son mucho más exhaustivos, por la incertidumbre reinante, y tomando en cuenta que las inversiones canadienses son a largo plazo. No obstante, no debemos olvidar el fenómeno de la recesión económica, que nos acompañará a lo menos los tres primeros trimestres de 2023, y marcado por un contexto de alta inflación provocada por efectos externos, pero también internos. Chile fue el país récord a nivel mundial en ayuda social por el Covid, a lo que se suma el 30% de retiros previsionales, lo que generó un exceso de consumo que gatilló presiones inflacionarias.
Ahora, todos esperamos que prime un acuerdo político, que sea pronto, ojalá dentro de seis meses, con un número más acotado de constituyentes, con una buena base social y quizás alguna influencia desde el Congreso con la asignación de expertos. La idea es despejar lo antes posible incertezas, para que ayude a que este proceso de recesión económica pase lo más pronto posible y que nos lleve a un punto de estabilidad donde la economía vuelva a ver luces de activación y de inversión tanto local como externa.
-¿Qué nuevas oportunidades ve en el proceso de transición energética que vive Chile y el mundo?
-Canadá es un país reconocido por impulsar el desarrollo de energías renovables, sector donde existe una gran experiencia y también inversión, tanto en Canadá como en Chile.
Veo en este proceso de transición un avance importante, recordando que ya la meta del 20% de Ernc en la matriz eléctrica chilena fue superada y se sigue avanzando, por lo que veo, sin duda, una oportunidad para empresas y fondos de inversión canadienses.
Acá existen factores naturales que propician el desarrollo de energías renovables. Uno de los temas que estamos viendo como Cámara, es cómo a partir de estas visitas podemos generar una agenda de trabajo junto a incumbentes de la Región a nivel de Gobernación, cámaras, agrupaciones empresariales y comunidades, de manera de dar pie a un trabajo que permita una mayor difusión en Canadá y en Chile de oportunidades en el mundo forestal, portuario y energético, por ejemplo.
-¿Cuál es la mirada de los inversionistas frente al Cambio Climático?
-La Cámara tiene principios muy básicos al respecto, y que va alineada a la esencia canadiense, como son la sustentabilidad, la inclusión, el trabajar con excelencia. Trabajamos en una visita de negocios desde Canadá a Chile, junto a la embajada canadiense, donde la idea es exponer toda la tecnología asociada a la sustentabilidad, que puede servir para la minería, para las sanitarias y al sector industrial en general. Por eso queremos continuar con estas giras empresariales de manera de difundir innovación asociada al cuidado del medioambiente.
