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Energías limpias tienen hoy un 31% de participación en matriz eléctrica

  • En 8 años más se necesitan instalar 22,5 GW de renovables y almacenamiento para cubrir la demanda tras el retiro de las termoeléctricas a carbón.

 

Un estudio encargado por la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (Acera), dio cuenta que la participación actual de las Energías Renovables No Convencionales (Ernc) en la matriz eléctrica da un acumulado de 31,1%.

Asimismo, se estudió el escenario sin plantas termoeléctricas a carbón al 2030 y al 2040, concluyéndose que se hace necesario que en ocho años más, se necesitan instalar 22,5 GW de renovables y almacenamiento para cubrir la demanda, dentro de los cuales se debe potenciar más solar CSP (energía termosolar de concentración) y sistemas de bombeo hidráulico.

La directora ejecutiva de Acera, Ana Lía Rojas, explicó que ante esta realidad y los desafíos que impone la transición energética chilena, es de suma importancia y urgencia avanzar, “porque el desafío es enorme, y esto impone la necesidad de un trabajo público-privado colaborativo”, destacó Ana Lía Rojas, en un encuentro realizado esta semana junto al Servicio de Evaluación Ambiental.

Precisamente, la directora nacional, Valentina Durán, valoró el aporte de las energías renovables a la transición energética y reiteró su compromiso de fomentar el diálogo entre las autoridades y los grupos de , ya sean las comunidades como también los titulares y consultores de proyectos. 

“Tal como lo ha señalado el Presidente , la evaluación ambiental no es una barrera para el desarrollo, sino más bien una condición del que Chile necesita. Los proyectos se robustecen y se hacen mejores en la medida que se cumpla con la normativa ambiental, pero también con diálogo social”, expresó. 

Cabe destacar que, además de ambas Directoras Ejecutivas, los miembros del Directorio y Consejo que asistieron a la cita fueron: Paola Hartung (AES Andes), Manuel Tagle (Mainstream), Jaime Toledo (Acciona), Sergio del Campo (Sonnedix), Alejandro Mc Donough (Wärtsilä), José Ignacio Escobar (Colbún, Past President Acera), Clemente Pérez (Guerrero y Olivos).

 

Después de Bocamina: el caso del Biobío

La , Daniela Espinoza, explicó que tras el cierre del complejo termoeléctrico a carbón Bocamina (Enel Generación) ubicado en Coronel, han tenido reuniones con diversos grupos de interés, como trabajadores indirectos, de forma de dar cabida a las demandas laborales tras el cierre.

“Ahora habrá que ver qué resuelve la empresa con la infraestructura ahí existente. Con respecto a la transición energética, el cierre de estas centrales obliga a ampliar la matriz de generación a nivel nacional. Necesitamos duplicar nuestra capacidad instalada en generación de aquí al 2030, y por supuesto, las Ernc juegan un rol fundamental en este camino a la carbono neutralidad al 2050. Nuestra región tiene condiciones propicias para el desarrollo eólico, solares e hidráulicos, ya sea por las condiciones naturales logísticas para poder instalar estos proyectos, así como el sistema de transmisión para recibir esa energía generada”, sostuvo.

Respecto a la participación de energías limpias en Biobío, incorporando las centrales hidroeléctricas de embalse y de pasada, biomasa, biogás, fotovoltaica y eólica, la región tiene alrededor de 70% de matriz renovable. Esto es, de un total de caso 5.000 MW repartidos en 87 centrales.

 

Desafíos para la CPC Biobío

Para la CPC Biobío, los principales desafíos  que tiene la Región del Biobío dicen relación en primer lugar con seguir avanzando en el proceso de descarbonizar la generación eléctrica, es decir, aquellas generadoras que aún utilizan petróleo y sus derivados o carbón, deberán ser reemplazadas o adaptadas a combustibles renovables y limpios. 

Así lo expresó el presidente del gremio empresarial, Álvaro Ananías.

“También debemos avanzar en seguir potenciando las inversiones en plantas eólicas, centrales de paso y plantas de energía solar. Y para que eso suceda en plazos prudentes, creemos que el sector público debe agilizar en el más breve plazo el proceso de evaluación de proyectos en el Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEA)”.

En forma paralela, añadió Ananías, el desafío también es para el mundo empresarial, ya que aún existen plantas de proceso que utilizan combustibles derivados del petróleo y por tanto, dijo, se deben generar las condiciones para que el acceso a estas nuevas energías limpias sea atractivo y los inversionistas estén dispuestos a invertir en las modificaciones para utilizar estas energías amigables con el medioambiente y con las personas.

“También se debe pensar en los hogares, hay un trabajo importante por hacer para que el costo de la energía renovable no convencional sea también atractiva para que los habitantes disminuyamos el consumo de leña, que es lo que más se utiliza y altamente contaminante. El uso de energías más limpias se traducen también en una mejor calidad de vida especialmente en zonas saturadas, como por ejemplo las provincias del Concepción y Biobío”.