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Tasa de desocupación de la Región del Biobío fue 7,2% en el trimestre junio-agosto de 2022, según informó el INE.
Mayor apertura en el sector comercio y la salida al mundo laboral post pandemia, ha llevado a que las mujeres sustenten el desempleo en la Región del Biobío, que llegó a un 7,2% en el trimestre junio-agosto de 2022, cifra que disminuyó 0,9 puntos porcentuales en doce meses, explicado por el mayor aumento de las personas ocupadas (6,3%), en proporción al presentado por la fuerza de trabajo (5,3%), según informó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Las personas desocupadas disminuyeron 5,7% en la comparación interanual, lo que significó 3.211 personas menos en esta condición y la ocupadas presentaron un crecimiento interanual de 6,3%, equivalente a 40.345 personas más, influenciado por las mujeres (11,9%) y los hombres (2,5%).
Aparte, los sectores que más incidieron en el ascenso de las personas ocupadas fueron enseñanza (11,7%) y comercio (6,8%). Por su parte, asalariados formales (7,7%) y trabajadores por cuenta propia (3,1%) fueron las categorías que más influyeron en el aumento de las personas ocupadas.
La tasa de ocupación informal se situó en 24,3%, registrando un retroceso de 1,2 puntos porcentuales en doce meses. Las personas ocupadas informales mostraron un alza interanual de 1,5%, equivalente a 2.484 personas más.
Impulso
Para Daniela Catalán, académica de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián, los ocupados en el sector comercio se han visto en aumento dada la apertura y las casi nulas limitaciones de desplazamiento existentes a la fecha, en este rubro es donde principalmente se desempeñan mujeres, así como también en el empleo por cuenta propia. “En consecuencia, podríamos señalar que, en términos de género, efectivamente un gran porcentaje de mujeres son las que actualmente están impulsando que el desempleo regional permanezca estable, lo cual tiene directa relación con la apertura de los colegios y sus jornadas de trabajo extendidas, lo que permite que las mujeres puedan salir a buscar empleo”, señaló.
Respecto a la incidencia de Enseñanza en las cifras, dijo que, según su percepción, esto se debe al contexto social actual, donde se ha vuelto casi por completo al funcionamiento normal, por lo que en muchos casos se han tenido que cubrir puestos que se habían dejado de necesitar, dada la virtualidad, en que se requerían muchos menos trabajadores en el área de enseñanza por ser un proceso virtual de formación.
Sumó, además, que uno de los factores que incidieron en el alza del empleo informal, fueron principalmente el contar con ayudas fiscales, así como la falta de empleo formal, dada por las limitaciones en desplazamiento por la pandemia, lo que dificultaba aún más encontrar empleo y tener incentivo a buscarlo. Por tanto, la no existencia de apoyo fiscal que significaron los IFE ha hecho que las personas busquen empleos formales y no de subsistencia, lo que signifique un mayor ingreso familiar.
Efectos
Mientras que Ariel Yévenes, economista del Observatorio de Corbiobío, sostuvo que una característica bien particular “que señala a nuestra economía es que, en periodos de crisis o de marcada desaceleración, son los segmentos de empleo femenino y empleo juvenil los que más marcadamente resienten los efectos, en términos de generación de puestos de trabajo”.
En efecto, dijo que la crisis pandémica, con todas sus dimensiones económicas vinculables, afectaron de manera muy dura el empleo femenino, lo que, a pesar del avance, aún no se ha logrado recuperar plenamente, incluso a los niveles prepandemia.
“Dicho lo anterior, la recuperación de empleo femenino ha sido algo que sostenidamente ha venido ocurriendo, pero nunca a los niveles necesarios como para pensar en estar cerca de su plena recuperación. Por cierto, aunque es esperable que la tendencia se mantenga, la clave es si se logra hacer sostenible, toda vez que la economía se encuentra en un proceso de recuperación postpandemia que no es todo lo robusta que debiera ser y más bien señala a la economía con una dinámica de desempeño más bien mediocre hacia los próximos meses”, analizó.
Golpe al mercado laboral
A su vez, Carlos Smith, economista del Centro de Estudios de Economía y Negocios de la FEN de la Universidad del Desarrollo, manifestó que todavía siendo junio, julio y agosto meses con una apertura mucho más consolidada, con dinero importante en las cuentas producto de los IFE y los retiro de los 10%, “ha ayudado que ciertos sectores de la economía hayan seguido creciendo y lo más seguro es que esas cifras golpearán al mercado laboral en forma cada vez más importante, partiendo por la construcción”.
Agregó que, por el lado de la enseñanza, se podría suponer que cuando la gente tiene más recursos, tiende a capacitarse o a estudiar pensando que las crisis son cíclicas y se volverá a crecer, logrando mejores perspectivas hacia el futuro.
Destacó la incidencia femenina entre los ocupados, remarcando que hay mucha gente que ha entrado a la fuerza laboral, pero las cifras se mantienen, lo que implica que una inercia en el consumo, que, a pesar de la inflación, ha costado que eso se traspase a la economía real.