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Gradualidad en disminución de jornada laboral genera opiniones encontradas

  • Iniciativa que data del año 2017 tuvo un reimpulso con la suma urgencia que le puso el Gobierno y con miras a ser implementada en un horizonte de cinco años.

 

Finalmente, al parecer el proyecto “40 horas” que busca reducir la jornada laboral en Chile entra en tierra derecha, tras la suma urgencia imprimida por el Ejecutivo quien además presentó varias indicaciones. La más celebrada fue la gradualidad, ya que se propone implementarla paulatinamente a un horizonte de cinco años, lo que fue celebrado por los sectores productivos.

El primer año se realizará la primera rebaja a 44 horas. Esta cifra bajará a 42 durante el segundo año, para llegar a la meta de 40 a cinco años de publicarse la ley en el Diario Oficial.

También se suman medidas en el ámbito de la corresponsabilidad. Por ejemplo, se propone el derecho a horario de ingreso y salida diferido para personas cuidadoras de niños, niñas o adolescentes hasta 12 años.

Se plantea una compensación de horas extras por feriado adicional (hasta 5 días) para padres o madres que trabajen.

Asimismo, se busca acompañar a las micro y pequeñas empresas en esta transición. “Se modificará la normativa que rige al Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), buscando favorecer el acceso de estas empresas a programas de capacitación respecto de la organización del tiempo de trabajo y otros temas”, se explicó desde el Ejecutivo.

Y, finalmente, se incluyen medidas de modernización como reconocer los registros electrónicos de asistencia. Sus condiciones estarán reguladas por un reglamento dictado por el Ministerio del Trabajo.

El psicólogo laboral y co fundador de HPI International, Isaías Sharon, destacó la  gradualidad en la que se quiere implementar, permitiendo que el mercado del trabajo pueda asimilar esta modificación y las empresas tengan el tiempo necesario para ajustar sus procesos y también elementos culturales en su interior. 

“También, es interesante considerar la diferenciación en el trato de grandes empresas y de las Pymes, brindando algunos incentivos a estas últimas, considerando su menor tamaño. No obstante, esta modificación puede traer un desincentivo a la contratación, así como también a la incorporación de los adultos cuidadores de menores, al incorporar adicionalmente jornadas más flexibles, además de la reducción horaria”. 

No obstante, dijo Sharon, será importante considerar cómo estas medidas afectan en el aumento o deterioro de la participación del mundo del trabajo para las mujeres, adultos mayores y jóvenes que en la no estudian ni trabajan, así como el incentivo que se puede generar a tecnologizar más puestos de trabajo, externalizar servicios con contratos más precarios, dentro o fuera del país y la en general.

 

¿Oportunismo?

En tanto, el abogado y socio de CBC Abogados, Pablo Cifuentes, resulta llamativo que el Ejecutivo decida priorizar esta iniciativa legal bajo el actual escenario socioeconómico, con una creciente, un aumento sustancial de la pobreza y estancamiento del mercado, en desmedro de otras iniciativas dirigidas al fortalecimiento de la inversión y la productividad o, hacia otros ámbitos igualmente críticos, como son el necesario control de la actual crisis migratoria y en la y orden público. 

“Bien se podría concluir que el Gobierno, más que seguir una agenda legislativa acorde a la difícil realidad por la que está atravesando el país, se encuentra llevando a cabo una política, levantando un proyecto “atractivo” en términos de aprobación popular, con miras al plebiscito del próximo 4 de septiembre”.

 

Positivo para familias chilenas

Fue el diputado Agustín Romero, quien se mostró esperanzado por los positivos efectos que esto podría traer para las familias chilenas.

“Yo creo que lo más importante efectivamente es revisar que esto no produzca algún inconveniente del punto de vista económico, pero creo también que es necesario para la familia chilena que el trabajo sea productivo y que haya espacio también para la vida familiar, pero tiene que ser con gradualidad. Si es así yo creo que hay muchas industrias que se pueden acomodar a este nuevo escenario, dada también las nuevas condiciones de la pandemia, el trabajo remoto y los trabajos estacionales”, apuntó, advirtiendo, eso sí, que hay que revisar qué va a pasar con otros trabajos que tienen relación con las faenas con turno o faenas de proceso continuo.

“Pero hay muy buena voluntad de parte de todos los actores políticos para revisar esto y que realmente le demos una buena noticia luego los chilenos”.