-
Estudio reveló que los colaboradores no tienen una buena apreciación de las jefaturas. Desconexión con la realidad es un factor.
Un estudio realizado en conjunto por la consultora global experta en liderazgo Spencer Stuart y Cadem indagó en lo que piensan los trabajadores en Chile sobre sus líderes en el ámbito laboral.
A modo de ejemplo, un tercio de las personas no pueden ser ellas mismas en el trabajo. Los resultados, que constituyen la primera parte de un trabajo en conjunto sobre el liderazgo, ahondaron en nueve temáticas que, en conjunto, entregan una mirada sobre la percepción que tienen las personas respecto a sus líderes.
Para Isaías Sharon, psicólogo laboral y co fundador de HPI International, dijo que es necesario comprender que todas las personas “tenemos diferentes características y formas de ser, y no mostramos todas esas formas en todos los contextos, por eso nos relacionamos de una forma con los amigos, con la familia o en el trabajo, esto es parte de ser asertivo y desarrollar habilidades sociales. Por esta razón, debemos diferenciar cuando el contexto nos prohíbe o reprime elementos propios de nuestra forma de ser o si, por el contrario, estamos simplemente adecuándonos al contexto. Lo primero es incluso peligroso, lo segundo es lo que debiéramos desarrollar todas las personas”, apuntó.
Brecha
Otra cosa que destacó es que existe una enorme brecha de competencias en las personas que lideran los equipos. Esto no es solo un déficit de quienes conducen, sino también de las áreas que toman la decisión de elegir dichas personas. Una de las cosas fundamentales en el resultado de los líderes no es tanto el conocimiento del trabajo técnico que se debe realizar, como las habilidades de inteligencia emocional las que marcan las diferencia.
“Al tener una gran brecha de habilidades de inteligencia emocional, los líderes les cuestan conectar con las personas de forma genuina y construir vínculos más profundos, lo que hace más difícil la confianza mutua. Por otra parte, existe una imagen culturalmente muy promovida, donde los jefes con los malos y los colaboradores las víctimas. Esta caricatura social no ayuda tampoco a promover una relación más horizontal, cercana y confiable”, indicó.
A su vez, Felipe Parra Muñoz, académico de la Facultad de Psicología de la Universidad San Sebastián, manifestó que sobre la poca credibilidad en las jefaturas que se trata de un componente que podría explicarse por la percepción de una persona en el trabajo en relación con que, quien está en una posición de liderazgo, ostenta un poder distinto o pertenece a una jerarquía que lo hace conectar de forma distinta hacia los otros niveles de la organización, lo cual es un llamado a fortalecer políticas de transparencia, canales de comunicación y fortalecer planes de carrera o movilidad interna.
Otro punto es la desconexión con la sociedad por parte de los líderes de las organizaciones, sobre lo cual el académico recalcó que dependerá de cada organización, pero no se trata solamente de una diferencia entre públicos y privados, ya que, por las características de la industria, cantidad de recursos que movilizan e incluso espacios físicos o segmentación geográfica podría explicar que determinadas organizaciones sean percibidas como «desconectadas»
Información
“En determinados casos es necesario mantener información estratégica dentro de determinados espacios, pero en general la recomendación es que, en la medida en que se fortalezcan las acciones de comunicación y transparencia, los elementos como la confianza y alineamiento con las prácticas de gestión de personas ayudarán más que dificulten”, estimó.
Por ende, señaló que sería ideal tener claridad de los esfuerzos de comunicación, fortalecer a las jefaturas y liderazgos y una buena práctica es la creación de escuelas de formación de líderes, siempre y cuando esto vaya en concordancia con las posibilidades reales de movilidad.