• Proyecto es el más cuantioso de este 2022 en la región (US$420 millones) y busca intervenir 700 hectáreas en la comuna de San Carlos de Purén.
Javier Ochoa Provoste
Tras el desistimiento por parte del titular del proyecto Central Hidroeléctrica San Carlos en el mes de mayo, hubo alivio entre los detractores de lo que sería la séptima infraestructura energética de estas características en el río Biobío.
No obstante, la empresa San Carlos SpA, reingresó su proyecto al Servicio de Evaluación Ambiental, instancia que ya se encuentra calificando la iniciativa.
El alcalde de Mulchén, comuna que forma parte del área de influencia del proyecto hidroeléctrico de pasada, Jorge Rivas, quien se opone a la construcción de la central, reconoció que “lamentablemente la normativa les permite continuar con esta iniciativa, que al igual que otras, no dejan nada positivo para la comunidad. No contribuyen en nada más que beneficios económicos para los inversores. Así se lo he hecho saber, con respeto, a quienes lideran esta iniciativa”.
Rivas sostuvo que la legislación chilena es muy blanda y que, principalmente, favorece sólo a la proyección de ganancias económicas, no así a la comunidad que se ve afectada.
“El Biobío está cansado de recibir este tipo de infraestructura”, enfatizó.
Rivas dijo entender que es una central de menor impacto, ya que sería de pasada, río abajo, pero aun así se mostró en contra
“No deja de impactar al paisaje, la armonía de la bajada de las aguas. Creemos que debemos defender la naturaleza, y los intereses y expectativas de nuestra comunidad, que muchas veces ven la llegada de inversiones, pero sin beneficios para ellos. Por eso hemos dicho que, al menos, estas empresas paguen los tributos donde operan, porque hasta ahora sólo en Santiago de concentran estas tributaciones”.
El jefe comunal dijo esperar que las autoridades analicen estos temas, toda vez que ellos, como municipio, no tienen injerencia en este tipo de decisiones.
“Esperamos que la actual legislación cambie, que podamos debatir todos estos temas. Hemos dicho, no nos oponemos a las inversiones, pero que éstas vengan acompañadas de equidad, de igualdad de oportunidades, en especial, para las comunidades donde se emplacen proyectos de inversión”.
Preocupan efectos sinérgicos
“En ese escenario, el curso principal del río Biobío, tendría una altísima fragmentación física: varias barreras que alteran la conectividad del transporte de sedimentos, materiales y todos los organismos que viven en el río. Más aún, convertirían una alta proporción del río en sistemas de aguas lentas, lo que puede cambiar la calidad del agua aguas abajo de la cadena de centrales, principalmente en escenarios de cambio climático. Es decir, la presencia de seis centrales en el curso principal del río es, sin duda, una modificación mayor no sólo del ecosistema, sino que del paisaje y costumbres humanas, vale decir del socio-ecosistema en su conjunto”.
Así de clara se mostró la Dra. Evelyn Habit, del Departamento de Sistemas Acuáticos, Facultad de Ciencias Ambientales Universidad de Concepción, al ser consultada sobre esta nueva intención de sumar una nueva central en el río Biobío.
Evelyn Habit agregó que los efectos de una nueva central son “altamente impredecibles y pueden llevar a cambios no sólo significativos, sino que inaceptables para el socio-ecosistema del río Biobío”, y recordó que la cuenca completa del cauce tiene once centrales hidroeléctricas en funcionamiento”.
Características del proyecto
La empresa San Carlos SpA explicó en su nuevo Estudio de Impacto Ambiental (EIA) que la iniciativa considera la construcción de una central hidroeléctrica de pasada, con capacidad de regulación intradiaria, y caudal de diseño de 750 m³/s.
“Las partes, obras y acciones del proyecto se ubicará en el límite de las comunas de Los Ángeles y Mulchén, provincia y región del Biobío, a aproximadamente 15,96 km al sureste de la ciudad de Los Ángeles, y a 11,79 km al noroeste de la ciudad de Mulchén.
Se ubica específicamente en el río Biobío en las inmediaciones de la localidad de San Carlos de Purén y corresponde a una central hidroeléctrica de pasada constituida por tres estructuras principales que manejan el cauce del río Biobío por medio de un pretil de cierre y barrera fija a la ribera derecha y un pretil de cierre por la ribera izquierda”, especifica en su EIA.
Para el control de las crecidas del río, el titular especifica que se incluye una barrera móvil y una casa de máquinas al costado izquierdo que alberga las unidades de generación. Estas estructuras configuran un espejo de agua que tiene como objetivo elevar el nivel de las aguas para obtener la altura necesaria para hacer girar las turbinas hidráulicas acopladas a los correspondientes generadores eléctricos.
“En la casa de máquinas se alojarán tres turbogeneradores, de los cuales dos son llamadas unidades principales compuestas por turbinas de tipo Kaplan y una unidad secundaria, llamada turbina ecológica, la cual también es del tipo Kaplan y usará el caudal ecológico. En total tienen una capacidad instalada de generación de 154,4 MW.
La energía generada por esta central hidroeléctrica será evacuada a través de una subestación y se incorporará al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) por medio de una línea de Alta Tensión (LAT) de 0,65 km que empalma a la a Línea San Carlos –S/E Mulchén, proyecto que cuenta con su respectiva RCA favorable.
Los inversores justifican este proyecto porque se alinea con el Plan de Política Energética que busca combatir el cambio climático.
“Para combatir el cambio climático, Chile se ha propuesto modificar su matriz energética, y para esto inició un ambicioso Plan de Política Energética, adhiriendo a las Metas de Desarrollo Sostenible (MDS), el cual contiene un plan de descarbonización, que contempla la eliminación de las centrales termoeléctricas a carbón al año 2025 y aumentar a un 40% de energías renovables al año 2030, para lograr el 100% de generación mediante energías renovables el año 2050. En este marco, y en conjunto con el gran potencial natural que tiene Chile para el desarrollo de energías renovables, la necesidad de dar énfasis en el uso de fuentes limpias se ve ampliamente favorecida con el desarrollo del presente Proyecto que busca construir y operar una central hidroeléctrica de pasada del tipo Run-of-River, de baja caída destinada a proveer de energía al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) para aportar a la satisfacción de las demandas de energía del país”, especificó la empresa en su nuevo intento para lograr su permiso ambiental.