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Salida de centrales a carbón y escasez hídrica estarían detrás del fenómeno que afecta al sector productivo, no así a los hogares. No obstante, proyecciones no son del todo positivas y la volatilidad e incertidumbre serán las características que acompañarán al sector en los próximos años.
Durante el mes de junio se dispararon los costos marginales de la energía, acumulando su mayor nivel en siete años y presentando un promedio de US$200, causado principalmente por la salida de plantas termoeléctricas a carbón y la escasez hídrica, lo que ha llevado a un escenario de estrechez energética.
En lo que va del año el costo también es alto, US$116 como promedio, cifras no vistas desde 2015.
Pero ¿qué se entiende por costo marginal, qué implicancias tiene?
El ingeniero eléctrico y experto en temas tarifarios, Claudio Roa, explicó que el Costo Marginal es un valor que se usa en el mercado de transacciones entre generadoras, por lo tanto, no afecta al sector residencial, pero sí a las empresas. Obviamente, dijo, muestra condiciones de ajustes, estrechez u holgura, pero en general no afecta el diario vivir, apuntó.
Sobre la proyección, Roa sostuvo que no es fácil hacerla, porque son valores muy volátiles, dependen de los factores reinantes. “Supongamos que las lluvias de estos días se prolonguen por mucho tiempo. Tenemos los embalses llenos y, por lo tanto, todas las centrales hidráulicas funcionando a plena capacidad al igual que la generación eólica, la que además podemos transportar de norte a sur. Desde ese momento en adelante, el Costo Marginal se va a valores cercanos a cero. Por eso estos valores son muy variables y muestran, por ejemplo, el costo de los insumos para generar. Sí, de acuerdo, pero no es algo que sirva para proyectar los negocios”.
Roa dijo que sí puede afectar a generadoras, ya que algunas son deficitarias, es decir, que compran en la bolsa a estos valores altos, y en una de esas podrían producirse problemas de caja, que en un caso extremo, puede llevarlas a la quiebra, como lo que pasó con Campanario Generación hace ya más de una década.
“Ahí sí nos puede afectar, pero la Comisión Nacional de Energía (CNE) está atenta a eso y no creo que suceda”, estimó el ingeniero eléctrico de la Universidad de Concepción.
Muestra el escenario futuro
Ahora bien, este actual alto costo marginal puede indicar cómo se viene el escenario próximo, en el sentido de que empresas generadoras que pueden comprar su combustible primario en los mercados internacionales, ellas en el futuro, en sus nuevos contratos, van a tender a elevar el costo de la energía para incorporar ese riesgo.
“Entonces lo que pase hoy día, sí puede tener impacto en los precios futuros, eso es así. Esto a un horizonte de cuatro a cinco años, dependiendo de los contratos”.
Y más allá del alza del costo marginal, Roa se refirió al panorama energético global chileno, y destacó como “interesante”, en este 2022, la emisión de un decreto de racionamiento preventivo, lo que puede interpretarse como una falta de previsión de la CNE en estimar escenarios futuros, planteó. Esto significa que se estimó que en algún momento del año no iba a ver la suficiente capacidad de generación para suministrar lo requerido, y al declarar este decreto, permite al Coordinador Eléctrico Nacional (CEN) hacer algunos ajustes en el uso de ciertos combustibles, por ejemplo, acumular agua, para el periodo que bajan las lluvias.
“Entonces acá uno se pregunta sobre una dicotomía: si tenemos el doble de capacidad instalada, o sea, si la demanda es de 10 GW y la capacidad es de 20 GW instalados, y tuvimos que emitir decreto de racionamiento, quiere decir que esa capacidad en rigor no da seguridad de suministro. Esto suena raro, hay algo que no cuadra. Por eso el decreto habla de reserva hídrica, que dice relación que hay que acumular agua en los embalses para escenarios futuros. Pero esa estrategia alguien la tiene que pagar, y es la demanda libre, no la regulada. Es decir, las empresas, el sector productivo. Por eso, en este sentido esto levanta unas alarmas, no en el corto plazo, sino a futuro. Primero hay que saber el por qué se llegó a esta dicotomía, entender el fenómeno, para de ahí corregirlo, pero no sé si lo primero está tan claro”, sostuvo Roa.
Otro escenario complejo, proyectó el especialista en el tema tarifario eléctrico, tiene relación con los efectos de la guerra en Ucrania que, a partir de las sanciones contra Rusia, los países europeos han tenido que salir a comprar gas a otros mercados, con lo que ahora Chile compite con ellos. A la par, coincide con el cierre de plantas carboneras nacionales, elevando la demanda por gas, y que, bajo el actual escenario de menos disponibilidad de este energético, puede derivar a que se comience a quemar petróleo, y ahí los costos marginales se van al alza, alertó.
“Esta es la situación y no quiero llamarla coyuntural porque no se sabe cuándo terminará la crisis energética europea (más allá de la guerra) y que nos está impactando. Entonces todo este fenómeno pone presión a la llamada transición energética chilena y surgen ideas cómo el poder ralentizar la descarbonización, ya que sigue siendo un combustible abundante en los mercados”.
Precisamente, lo anterior explica que se aplazara para septiembre el cierre de Bocamina 2.
“Estamos viviendo tiempos turbulentos en materia energética. Salir hoy a negociar contratos de suministro, por ejemplo, es una tarea difícil debido a la volatilidad, al riesgo, a la incertidumbre”.
Efecto en empresas y hogares
La seremi de Energía del Biobío, Claudia Espinoza, aseguró que las personas, los hogares y comercios de bajos consumos verán pocos efectos del alza del costo marginal, ya que su energía eléctrica se basa en el precio obtenido de las licitaciones de cliente regulado, y que han ido a la baja en los últimos años y forma significativa.
Y para el sector productivo, quienes usualmente tienen contratos directos con las empresas de generación, tienen varias opciones; algunas de ellas es actualizar o mejorar sus contratos, instalar paneles solares para reducir sus consumos, o incluso, si es que su consumo lo permite, cambiarse de cliente libre a cliente regulado, para acceder a algunas de las tarifas públicas.
Consultada sobre los desafíos frente al alza del costo marginal, la autoridad reconoció que el impacto o los efectos de estos de estos precios tan altos, “es algo que sufrimos todos y todas a nivel nacional y en todos los sectores, y se debe básicamente porque no somos productores importantes de gas natural o de cualquier combustible fósil, por lo tanto mientras tengamos que seguir usándolos estaremos afectos a esta u otras variaciones del mercado internacional. Por el otro lado, podemos ver esto como un momento para poder pensar en ver opciones que usen energías renovables ya sea a través de biomasa, biogás, energía solar o incluso hidrógeno para alimentar nuestros procesos productivos, y bueno nunca olvidar que también es necesario ser más efectivos en nuestros consumos energéticos y no tenerle miedo a la innovación que en el mediano plazo podría llegar a ser un muy buen negocio”.
Visión del sector productivo
El presidente de la CPC Biobío, Álvaro Ananías, constató que el costo marginal promedio de las empresas ha tenido un alza tremenda en el último año, subiendo ya casi cuatro veces debido, principalmente, a la guerra entre Rusia y Ucrania porque el conflicto ha elevado el precio del gas natural, afectando de forma lateral al carbón y elevando también el valor del petróleo. Ananías dijo que eso también se suma una afectación debido a la situación climática que tenemos en Chile con las bajas lluvias que generan problemas en la producción de las centrales hidroeléctricas, por lo tanto “estamos atravesando momentos complejos con todas las fuentes de energía”, puntualizó.
A lo anterior, el representante del empresariado local dijo que a esto se suma en forma transversal el tipo de cambio. Entonces, el alza del dólar provoca que los costos de la energía que se importan y que se transan en esta moneda , como el carbón, gas natural y petróleo tengan costos aún mayores.
Proyección y desafíos
“El impacto en los clientes regulados, es decir cliente con consumo residencial o comercial, está acotado por el Fondo de Estabilización que aún cuenta con recursos. Pero es relevante decir que estos recursos se están agotando y habrá que tomar nuevas medidas para inyectarle recursos, o el precio para los clientes regulados se disparará. Sin embargo, cuando nos referimos a los clientes libres que considera a todo el polo industrial de nuestra región, que involucra principalmente al sector manufactura, forestal y en general toda la industria intensiva en el uso de maquinarias, el escenario se ve muy complicado ya que el sistema está estresado por la baja disponibilidad de agua y varias generadoras se están viendo en la obligación de renegociar sus contratos con las industrias consumidoras dado que sus costos y disponibilidad cambiaron. Este efecto sin duda producirá qué muy probablemente para este año y el próximo derivará en un traspaso de costos a los usuarios”.
Y sobre los desafíos, el presidente de la CPC Biobío, Álvaro Ananías, dijo que primero hay que empujar al gobierno central para que mejore la capacidad de transmisión de energía solar generada desde el norte de Chile hacia el sur.
“En segundo lugar seguir implementando proyectos en base a energía eólica en nuestra zona ya que contamos con las condiciones climáticas para desarrollarlos. De esta forma lograremos independizar en alguna medida a Biobío de los efectos internacionales en el precio de la energía”.