• Firme tendencia alcista ha llevado a valores históricos no vistos anteriormente. En este escenario, economistas y analistas proyectaron que pasaría a nivel nacional frente a una eventual dolarización.
El pasado jueves el dólar cerró con un nuevo valor histórico: $1.051 en medio de la caída del precio del cobre. Y tras el programa de intervención cambiaria anunciado por el Banco Central de Chile (BCCh) con la inyección de US$25 mil millones al mercado, la jornada del viernes abrió con valores bajo los $1.000, específicamente en $998. Más tarde llegó a los mil pesos, para luego volver a bajar a los $997.
Con todo, se mantiene la tendencia alcista así como gran parte de los factores que han provocado este escenario mundial de devaluaciones de monedas en favor de la divisa norteamericana, principalmente por las políticas monetarias restrictivas de Estados Unidos.
El haber llegado por primera vez en la historia de Chile a una paridad entre el peso chileno y el dólar estadounidense, lleva a preguntarse qué pasaría si el país se dolarizara.
En general, economistas ven como un pésimo escenario el que el país dejara de usar su moneda propia. Pero hay matices.
El economista de la UDD, Carlos Smith, aseguró que dolarizarse sería un muy mal signo, porque finalmente, lo que hay detrás de cada billete es confianza, explicó, y que en este caso se perdería, lo cual implica en perder la credibilidad del Banco Central de Chile, lo que sería bastante complejo porque el capital de éste está, precisamente, en la confianza.
“En general las economías que se dolarizan, como la argentina o la peruana, que son bastante dolarizadas, tiene que ver con que tu moneda pierde la capacidad de ser dinero, el que sirve para tres cosas: comunidad de cuentas, como forma de intercambio y reserva de valores. Si se observa el caso argentino, como unidad de cuentas la mayoría de las cosas están valorizadas en peso, excepto, por ejemplo, el mercado inmobiliario donde se transa en dólares. Y como unidad de intercambio casi todo es en pesos, pero las personas prefieren usar dólares. Pero al guardar valor viene el problema. La inflación allá es cercana al 80%, por eso la gente busca cambiar su dinero a dólar cada vez que puede. Pero esto es un problema porque nosotros no emitimos dólares. Entonces en ese escenario el BCCh finalmente se queda sin reservas y tiene que entrar a vender para que no suba más, pero en algún momento se acaban esas reservas, desencadenándose una serie de problemas asociados a restricciones y otros temas que afectan a importadores y exportadores. Por eso no sería bueno importar ese tipo de situaciones”, enfatizó Smith.
El también economista de la Universidad de Concepción, Claudio Parés, fue más claro al señalar que dolarizar una economía implica renunciar a hacer Política Monetaria. “Básicamente, asumes que la inflación y la tasa de interés estarán definidas por las fuerzas del mercado y que no podrás asumir ninguna medida paliativa. De hecho, cualquier intervención tendría que hacerla el Gobierno, a través de la compra y venta de bonos soberanos, afectando directamente a las arcas fiscales. Lo que hay hoy permite cierta independencia en la medida que el Banco Central tiene un patrimonio propio. Por eso sostengo que es una mala idea dolarizar un país en que una de las instituciones más confiables sigue siendo el Banco Central”, comentó Parés.
A lo anterior, el académico de la Facea de la Ucsc, Andrés Ulloa, agregó que la dolarización se usa cuando la moneda propia pierde valor y confianza como medio de pago transacción y cuenta. Normalmente frente a muy alta inflación, puntualizó, asegurando que no es el caso de Chile.
“Acá la inflación está controlada. Y en caso de dolarizarse se pierde la capacidad de manejar la política monetaria y perdemos una de las prácticas más efectivas de manejo económico que tiene un país. Además, quedaríamos aún más dependientes de las crisis internacionales”.
Algunas ventajas
Para la académica y directora de Postgrados de la USS, Karin Bravo, la dolarización puede traer ventajas en el sentido de traer inversión extranjera, por la credibilidad del dólar como moneda más dura.
“De generarse esta mayor inversión extranjera directa y préstamos internacionales, se podría acceder a mayor crecimiento económico, siempre que exista estabilidad e institucionalidad del país. No obstante, sí, efectivamente la dolarización trae consigo pérdida de independencia monetaria del país, pues el Banco Central comienza a perder autonomía al dejar de emitir la moneda nacional y, además, deja de ser prestamista en última instancia al resto de las instituciones bancarias, salvo que existan fondos de estabilización para ciertas emergencias financieras internacionales”.