INE logró georreferenciar el 98% de los permisos de edificación entregados en el país en 2021
En 2021 hubo en Chile un total de 7.246 Permisos de Edificación (PE) destinados a obras nuevas y regularizaciones de obras nuevas, de destino habitacional, mixto y no habitacional, cifra que representa un aumento de un 3,28% respecto a 2020. De esa cantidad de permisos, un total de 3.283 correspondieron al primer semestre de 2021 y 3.963 al segundo semestre de ese año. En el primer caso, el Instituto logró georreferenciar el 98,51% de los PE y, en el segundo período, georreferenció el 97,86% de los PE. Es decir, se georreferenció el 98,15% de los PE entregados en 2021, según reportó el INE.
La comuna que lideró la cantidad de PE emitidos fue Tomé (308 registros, un 4,25%), en la Región del Biobío, seguido de Chillán (208, un 2,87% del total), en Ñuble, y Punta Arenas (204, un 2,82%), en Magallanes. A nivel de conurbaciones, el Gran Santiago encabezó el listado, con 1.283 trámites (un 17,71% del total). Además, concentra las comunas con mayor cantidad de unidades asociadas: solo considerando las construcciones habitacionales y mixtas, Ñuñoa autorizó la construcción de 9.995 unidades, Santiago autorizó 9.672, y La Florida, 8.146; Antofagasta ocupa el cuarto lugar, con 4.451.
Regiones
Para el caso de las regiones con mayor cantidad de este tipo de trámites en 2021, el Biobío (885 trámites, con 12,21% del país) quedó en segundo lugar luego de la Metropolitana (1.439 registros, con el 19,85% del total), y Valparaíso (672 PE, con un 9,27%). En el otro extremo, las regiones que menos permisos registraron fueron Tarapacá (123 registros, con 1,70%) y Arica y Parinacota (62, representando un 0,86%).
Los datos de PE corresponden a información provisoria del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), elaborada sobre la base de los registros entregados por las municipalidades de comunas del país que son capitales regionales, provinciales y/o que tienen una población mayor a 50.000 habitantes, además de Vicuña y Puerto Varas, a través del Formulario Único de Edificaciones (FUE) del INE.
Los PE de 2021 implicaron un total de 111.644 unidades (viviendas y otros) asociadas. La distribución en altura de estas edificaciones concentró sus máximos en Tarapacá (3,97 pisos promedio, con altura máxima aprobada de 29, en la comuna de Iquique) y en la Metropolitana (3,13 pisos promedio, con altura máxima aprobada de 31 pisos en la comuna de Macul).
Los resultados de la georreferenciación de los PE se encuentran publicados en la plataforma de Geodatos Abiertos del INE y disponibles para todos los usuarios, quienes pueden revisar la distribución de las edificaciones a construir en sus comunas (N° de unidades), el crecimiento vertical (N° de pisos), destino de la edificación (habitacional-mixto-no habitacional) y superficie construida.
Menos que 2020
En 2021 hubo un total de 812 Certificados de Recepción Final (CRF) georreferenciados, es decir, 26 menos que en 2020, según la información entregada al INE por las Direcciones de Obras Municipales de las comunas antes mencionadas (debido a que se trata de información provisoria, este descenso podría no ser significativo). Estos certificados implicaron la autorización de 62.805 unidades para ser habitadas, un 4,75% menos que en 2020.
La región con la mayor cantidad de viviendas nuevas asociadas a conjuntos habitacionales en 2021 fue la Metropolitana, con 25.611 unidades (40,78% del total), seguida de Valparaíso (7.594 viviendas, con un 12,09% del país) y Biobío (6.372, correspondiente a un 10,14%).
A nivel comunal, Santiago lideró la cantidad de unidades recepcionadas (4.207 viviendas, 6,70% del total), correspondientes casi exclusivamente a edificios de departamentos, seguida por Ñuñoa (3.219, igual a un 5,13%) y San Miguel (3,99%, con 2.508 unidades).
La georreferenciación de las recepciones asociadas a conjuntos habitacionales es un importante insumo para la actualización continua de la cartografía del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), que incluye datos de todo el país desde el año 2011, lo que permite dimensionar cómo se distribuyen los nuevos proyectos habitacionales en el territorio, tanto espacial como temporalmente.