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Mercado eleva proyección para la inflación, por lo que el escenario para la economía en este año estará marcada por una contracción y reaparece el fantasma de la recesión.
De acuerdo a la Encuesta de Operadores Financieros (EOF) del Banco Central, el Índice del Precio al Consumidor (IPC) registraría un aumento de 1% en el sexto mes del año y la TPM llegaría a 9,5% en julio, nivel que mantendría al menos hasta enero de 2023.
Esto, luego de que el IPC de mayo marcara un aumentó de 1,2% en mayo, estableciéndose la inflación en 12 meses a 11,5%, cifra no vista desde la mitad de 1994.
Según los encuestados, la inflación crecería otro 1% en julio, manteniéndose la tendencia alcista que marca a gran parte de las economías mundiales.
La EOF está dirigida a las personas responsables de las decisiones financieras de cada institución invitada a participar de esta encuesta. Dichas instituciones pertenecen a la industria bancaria local, a las administradoras de fondos de pensiones, compañías de seguros, corredoras de bolsa, agentes de valores, fondos mutuos y entidades extranjeras que operan activamente con Chile.
El economista de la UDD, Carlos Smith coincidió con los resultados en cuanto a que la inflación se mantendrá alta, con presencia aun de liquidez en las cuentas que ha impulsado el consumo, coincidiendo con alza de precios asociados a la estacionalidad.
“En general la inflación es alta en estos meses, pese a que en junio del año pasado fue relativamente baja, por lo tanto, al ver el fenómeno interanual, será mayor al esperado, lo que demuestra que no hemos llegado a la cima de inflación, lo que ocurrirá posiblemente en agosto. A esto se le debe sumar el alza en el tipo de cambio que como ha sido constante, eso le genera más presión a los precios de los bienes importados, que constituyen aproximadamente a un 70% de lo que consume una familia”.
Lo anterior, a juicio de Smith, hace prever que las tasas seguirán aumentando por parte del BCCh, en una menor cuantía y quizás de manera “más quirúrgica”, ya que ya ha habido un par de alzas importantes.
El académico de la Facea Ucsc, Andrés Ulloa, consideró que las proyecciones de los operadores financieros se quedan cortas. “Mis proyecciones del PIB de este año son de un 2% anual y para el próximo año un -0,5%, por lo que entraríamos en recesión”, sostuvo.
Respecto a la inflación, Ulloa dijo que esta debería bordear el 10% el 2022 y ajustarse a un nivel entre 3%y 4% para el 2023. “La TPM, efectivamente, se acercará también al 10% este 2022”, planteó.
Contracción económica
Las actuales condiciones del mercado interno, y los efectos que se reciben por parte de los mercados internacionales en un mundo globalizado, se están viendo reflejadas en las proyecciones de crecimiento, que entregan organismos validados.
“Están del orden del 1,3-1,6% al término de este año, y de menos del 0,9% para el 2023. Esto se traduce en una contracción de nuestra economía en todo sentido, afectando en el corto plazo las fuentes laborales, los indicadores de consumo y la actividad sectorial y, por cierto, la confianza de los ciudadanos”, expresó el académico de programas Advance de la USS, Marcelo Gutiérrez.
En otro frente, constató, el índice inflacionario no da tregua, propiciando ajustes en el consumo, que no se apreciaban desde la década del 90, impactando fuertemente en las economías domésticas.
“La tendencia apunta a IPC del 1% mes, lo cual gatillará una nueva restricción al circulante, con el único fin de disminuir su cantidad en el mercado financiero, acción que se reafirmará con una nueva alza en las tasas de interés, por parte del Banco Central.
Todo esto se traduce en menor poder adquisitivo del peso, mayor costo de vida y, por ende, un menor consumo, o sea una ralentización, con efectos aún indeterminados, dadas las incertidumbres, políticas y económicas, tanto nacionales como internacionales.
Nos espera un futuro con el cinturón apretado y con muy pocas opciones de revertir en el mediano plazo”.
