Grandes compañías que optaron por mantener sus unidades paralizadas comparten las razones de la movilización de los trabajadores del transporte terrestre que viven a diario la inseguridad y la violencia en las rutas y carreteras del sur del país.
A las 20:00 horas de ayer viernes 6 de mayo, iniciaron el ingreso a la planta Refinería Bio Bío y al Terminal Marítimo de San Vicente 180 trabajadores, lo que permitirá retomar las operaciones logísticas en forma segura y reiniciar el suministro de combustibles en las próximas horas, según informó la Enap a esa misma hora.
Si bien solo se permitió la entrada de este grupo de trabajadores para asegurar la continuidad de estas operaciones críticas, la movilización que comenzó el pasado lunes 2 de mayo con el bloqueo de los accesos a la refinería en demandas de mejoras salariales, se mantiene.
El miércoles la petrolera advirtió sobre el riesgo el normal abastecimiento de combustibles para la zona sur, lo que generó grandes congestiones en las arterias de acceso a bombas bencineras ante el temor de los automovilistas de quedarse sin combustible.
Lo anterior, sumado a las movilizaciones de trabajadores del transporte terrestre de la zona centro sur del país en distintas rutas y carreteras desde la región del Biobío al sur que se agudizaron esta semana y que mantienen las principales actividades productivas paralizadas hasta este viernes y sin que se vean luces al final del túnel.
Lo anterior obligó este jueves a la empresa Arauco a detener las operaciones en 7 unidades productivas de la provincia de Arauco que involucra a más de 2.000 trabajadores.
Similar decisión tomó en la tarde de ayer Empresas Cmpc. “De acuerdo a lo señalado por representantes de estos trabajadores, su movilización busca relevar ante la ciudadanía el grave problema de inseguridad pública existente en la zona centro sur del país. Compartimos esta preocupación… Nuestros colaboradores experimentan a diario las consecuencias de esta grave situación y hemos planteado esta inquietud a los organismos públicos correspondientes y autoridades de los últimos tres gobiernos, sin que hasta la fecha se haya abordado esta grave situación con la decisión que amerita la magnitud del problema”, dijo la compañía en una declaración pública.
Desde la Papelera agregan que “la seguridad pública es una responsabilidad que la legislación asigna de manera exclusiva al Estado. La situación que se vive afecta gravemente la convivencia de trabajadores, vecinos y comunidades en el centro sur del país”.
La compañía señala además que “pese a que representantes del gobierno han informado públicamente sobre un acuerdo que pondría término a la mencionada movilización, las rutas permanecen bloqueadas, impidiendo el paso de personas, bienes y suministros esenciales para la operación de numerosas actividades productivas, incluyendo nuestras plantas”.
Como consecuencia anunciaron la reducción de los niveles de producción en sus plantas productivas y que tomarán las medidas necesarias para proceder a su próxima detención y que afectará a más de 3 mil colaboradores.
Sostiene la declaración que “de no mediar una solución que asegure el normal desplazamiento de personas y el regular abastecimiento de insumos básicos indispensables, a contar de esta fecha (viernes) se detiene la operación del aserradero de Loncoche. Mañana sábado se comienza la detención de Planta Santa Fe (celulosa), la planta de Plywood de Villa Mininco, el aserradero de Mulchén y la planta de remanufactura de Los Ángeles. A contar del lunes, comienza la detención de las operaciones de la Planta Laja (celulosa), la Planta Pacífico (celulosa) y se detiene el aserradero Nacimiento y la planta de remanufactura de Coronel”.
Plantas y flotas detenidas
La industria pesquera regional también tendrá que pagar la factura debido a los bloqueos que mantienen los trabajadores del transporte terrestre en la Ruta 5 Sur entre Concepción y Puerto Montt y otros accesos al Gran Concepción.
Una de las más afectadas es la Compañía Pesquera Camanchaca que debió paralizar cuatro de sus plantas productivas de la Región del Biobío, así como su flota pesquera del sur. Ello, como consecuencia de la imposibilidad de recibir materias primas o despachar productos terminados a destino.
La compañía informa que otras dos plantas de la Región de Los Lagos estarían siendo afectadas o lo serían pronto de no resolverse el conflicto.
El bloqueo de rutas está afectando directamente los principales eslabones de la cadena productiva, logística y comercial de la empresa, que participa de actividades pesqueras y acuícolas, haciendo notar que la situación se ha ido agravando con los días, pero con un impacto económico a la fecha limitado.
Con ello no solo son más de 2.000 trabajadores que están o podrían estar siendo afectados en sus empleos por esta situación, sino también pedidos de clientes en mercados nacionales o internacionales, pues las exportaciones de salmón fresco no llegan al Aeropuerto Arturo Merino Benítez y los embarques de productos congelados están limitados.