Además, entregaron su apoyo al jefe comunal de Coronel en su reclamo para que se respete la bajada de cortina de la central.
“Entendemos que siempre se podrán esgrimir razones para explicar decisiones como la de extender los plazos para una gestión tan significativa como es la clausura de una industria que, si bien ha contribuido a producir energía, lo ha hecho con el sello de un modelo económico que conocemos de memoria y en directo, es decir, a costa de enormes daños ambientales”.
Así reaccionaron los alcaldes de la Región del Biobío, quienes manifiestan su solidaridad y apoyo a la comunidad de Coronel y su Municipalidad frente al aplazamiento del cierre de la Central Termoeléctrica Bocamina 2 de Enel.
El miércoles, la Comisión Nacional de Energía (CNE) decidió postergar el cese de operaciones de la unidad generadora Bocamina II a partir del 30 de septiembre de 2022, de conformidad a lo dispuesto en el artículo 72°-18 de la Ley General de Servicios Eléctricos. Esta fecha será reevaluada en atención a la disponibilidad de recursos energéticos que presente el Sistema Eléctrico Nacional según informó la CNE.
Dentro del plan de descarbonización, la planta coronelina tenía fecha de salida el venidero 31 de mayo, pero desde hace meses que el Coordinador Eléctrico Nacional había pedido a Enel que postergara el cierre dado el delicado escenario energético por la escasez hídrica.
Los jefes comunales de la Región agregaron que “la subvaloración de la calidad de vida de las comunidades y sin hacerse cargo de estos costos si no es como respuesta a acciones de fuerza de la comunidad que obliguen a asumir, aunque sea un poco, la responsabilidad por las gigantescas externalidades negativas que definen el negocio”.
Pero eso es esperable de este tipo de industrias que profitaron hasta la saciedad de un modelo económico en que las autoridades públicas desviaban la vista o estaban literalmente ausentes.
“Por eso llama la atención que en la gestión de este nuevo Gobierno no se expliciten las razones de fondo que motivan extender el cierre de Bocamina 2, que no se consulte la opinión de las comunidades y de sus autoridades locales y, por lo menos, se plantee un Programa de Inicio de Cierre (sic) que dé cuenta de asuntos como la gestión de los residuos generados, la situación de los trabajadores y si efectivamente los plazos de cierre son y serán los mencionados de manera sorpresiva por la sectorialidad pública que ve los asuntos de la energía en la región y el país”.
De hecho, los alcaldes esperan de esta nueva administración la sensibilidad y responsabilidad social que las anteriores no tuvieron y que ya no existan más situaciones en que la decisión que deba hacerse sea luz o comunidades contaminadas como en el caso presente. “Claramente se puede lo uno sin lo otro si se conmina al empresariado al desarrollo responsable de la industria, se utilizan de verdad los mecanismos de control y sancionatorios y se establecen medidas y plazos en consonancia con los territorios”, remarcaron.
Por eso “reiteramos el apoyo irrestricto a nuestro estimado alcalde Boris Chamorro, presidente de la Comisión de Medio ambiente de la AMRBB, a su Concejo Municipal, funcionarios, funcionarias y comunidad, en su reclamo justo para que se mantenga a firme el cierre de Bocamina 2, ya que es necesario, urgente y de justicia para los vecinos y vecinas de Coronel y quedamos atentos a lo que los coronelinos necesiten de su Asociación de Municipalidades de la Región del Biobío”.