Los gremios que representan a las pequeñas y medianas empresas del Biobío hicieron presente sus aprehensiones respecto al acuerdo que alcanzaron este lunes el Gobierno y la Centra Unitaria de Trabajadores (CUT) sobre el proyecto de reajuste al salario mínimo que comenzará a discutir el Congreso y que deberá concretarse a partir del 1 de mayo.
El pacto que convino en subir el sueldo mínimo en el país en $50 mil este año, de manera de llegar a $400 mil y cuya implementación implica una primera alza de $30 mil en mayo, para luego, en agosto, aplicar otra subida de $20 mil para todos los trabajadores entre 18 y 65 años, no convence a los gremios
El Gobierno dijo que habría una compensación transitoria hacia las Pymes, pero no dice qué tipo de compensación, por cuánto tiempo va a ser y tampoco cómo se va a ejecutar, si se va a entregar un aporte al empleador o es una postulación directa del trabajador a algún fondo o a algún sistema.
Es lo que plantea Ronald Ruf, gerente general de CPC Biobío, quien señaló que este es un acuerdo relevante para el país y los trabajadores “aunque las condiciones de nuestra economía y la del mundo no son las más propicias, se requerirá un esfuerzo adicional. No obstante, nos gustaría conocer los detalles de la gradualidad con que las MiPymes se seguirán haciendo cargo de absorber este costo en el corto y mediano plazo, de manera de ver cómo seguimos avanzando en este proceso”.
POCO CORRECTO
A Humberto Miguel, presidente de la Asociación de Empresas (Asem), le llama la atención que este acuerdo del reajuste de sueldo mínimo haya sido tratado, conversado y concordado con la CUT que, a su juicio, “no representa en ningún momento a la Pyme que son las que generan más del 50% del empleo en nuestro país. No se han considerado a los verdaderos representantes de la Pyme en esta discusión y eso no parece muy correcto”, sentenció.
En relación al acuerdo mismo, el dirigente planteó que, como gremio, apostaban a un sueldo de $400 mil, bajo un concepto de un ingreso mínimo garantizado y no que se reajustara en salario mínimo de tal forma que la diferencia que existe hoy entre los $350 mil que es el sueldo mínimo y los $400 que se apostaba a llegar, fueran garantizados por el Estado y pagados por éste a los trabajadores hoy sujetos al ingreso mínimo de $350 mil. “El concepto es diferente, es decir, más que el aumento del sueldo mínimo es llegar a un ingreso mínimo garantizado de $400 mil”.
Eso, argumenta, porque la Pyme hoy no es capaz, sobre todo la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (MiPyme) de absorber un reajuste, aunque sea de $30 mil. “La Mipyme está en un proceso de recuperación de todo lo vivido en estos años, por lo tanto, hoy no es el momento y en ese contexto, apelamos al ingreso mínimo garantizado”, afirmó Humberto Miguel.
FALTAN ANÁLISIS TÉCNICOS
Alfredo Meneses, gerente general de la Asociación de Exportadores de Manufacturas (Asexma Biobío) gremio que representa a las Pymes de la región, celebra que existan mejoras en el ingreso mínimo, porque mejora las condiciones para las personas, pero se extraña el saber qué estudios respaldan estas mejoras.
Asimismo, advirtió que no hay que olvidar que la realidad de las empresas, incluso Pymes, que se ubican en la Región Metropolitana, es bien distinta a la realidad de las Pymes de regiones. “Por ello es que pensamos que deberían establecerse ciertos parámetros tomando en consideración esta realidad de empresas y en esa misma línea, considerar la realidad de los sectores en que estas Pymes desarrollan su actividad. Por lo tanto, pensamos que esta fijación es positiva, pero debiera responder a un análisis técnico en base a la realidad de los sectores, de los territorios y de los tamaños de cada unidad productiva o de servicios”.