Además, los proyectos promueven la economía circular al privilegiar la utilización productos reciclados o fabricados de manera consciente.
Este mes se conmemoró mundialmente la concientización sobre el TEA (Trastorno del Espectro Autista). En Chile, aproximadamente 19.000 niños y adolescentes padecen este trastorno. Sin embargo, pese a que la ley obliga a que los lugares públicos sean inclusivos, las plazas del país no fomentan la interacción con los pares porque no están adaptadas para todos.
Según la Ley, estas áreas están obligadas a tener juegos inclusivos infantiles no mecanizados para personas en situación de discapacidad física, cognitiva o sensorial. Con ello, se busca lograr una comunidad cohesionada e inclusiva desde la infancia, entregando un espacio donde todos se sientan cómodos.
Sin embargo, la experiencia de Germán Moreno fue distinta, se dio cuenta que su hijo a diferencia de la hermana rechazaba ir a la plaza. Conversando con otros padres – que tenían hijos en situación de discapacidad – se dio cuenta que los juegos infantiles no eran adecuados para todos los niños y por su formación como constructor civil comenzó a buscar proveedores de juegos inclusivos y como el mercado no tenía, los diseñó y la Municipalidad de La Reina instaló el primer juego inclusivo del país.
COMUNIDAD
Así, nació Curumi, una empresa dedicada a la fabricación de juegos 100% inclusivos. Su objetivo es crear un ambiente que genere comunidad e inclusión entre todos los niños, con distintas habilidades físicas y capacidades cognitivas, así como con diversos niveles sensoriales y percepciones de riesgo disponiendo de estímulos y desafíos dentro del área de juego.
La principal forma de aprendizaje de los niños es a través del juego, ya que a través de él aprende a tomar decisiones, resolver problemas, seguir reglas. El juego forma parte fundamental del desarrollo integral de los niños. Por medio de éste, el niño no solo aprende a desarrollar la imaginación, el seguimiento de reglas y la espera de turnos, sino también, otras habilidades como la interacción y comunicación social, la organización, y la tolerancia a la frustración.
Además, los proyectos promueven la economía circular al privilegiar la utilización productos reciclados o fabricados de manera consciente, reduciendo así el uso de materiales vírgenes, y mejoramos la estética de la ciudad con diseños inspirados en la flora y la fauna.
De esta manera, Germán siente que está ayudando a generar puntos de encuentro entre los niños, porque son juegos que favorecen la inclusión, no son para niños discapacitados, son un espacio donde puedan jugar juntos niños y niñas independiente de si son autistas, hiperactivos o no.
«Más allá de una rampa accesible, doble baranda, nuestros diseños han sido complementados con juegos musicales para generar estimulación a través de los diversos sentidos. Además, porque es una parte importante de los servicios que su hijo puede recibir, y cómo puede mejorar la vida de su niño en casa mediante la inclusión de más actividades musicales”, apreció el emprendedor.
Cree que la música puede ser una gran vía para que los niños jueguen con pares, terapias, incluso si el juego es muy, pero muy sencillo. La incorporación de la música en el aprendizaje y juego de su niño es una gran manera de impulsar su desarrollo.