Este martes el Consejo del Banco Central decidó de manera unánime, repetir una histórica alza de 150 puntos base a la tasa de interés, fijándola en 7% -su mayor nivel desde febrero de 2009 (7,25%)-, para hacer frente a la fuerte inflación que enfrenta el país.
Ahorrar es la premisa. Es que la nueva alza en la tasa de interés anunciada por el Banco Central, viene a poner más presión aun a la economía de los hogares y de las empresas que ya enfrentan una alta inflación que encareció productos de la canasta básica, insumos y materias primas y, por otro lado comprime la inversión como consecuencia del mayor costo del crédito.
En su análisis, el ente rector indicó que la inflación mundial ha seguido subiendo, «llevando a la Fed y a otras autoridades a acelerar la normalización de los estímulos, a pesar de que las perspectivas de crecimiento mundial han disminuido». A nivel local, añadió, «los precios de los activos nacionales han reaccionado de manera acotada al desarrollo del conflicto bélico, aunque se han vuelto a encumbrar los indicadores locales de incertidumbre».
«El crédito local conserva un bajo dinamismo, con flujos de colocaciones que se han desacelerado en lo más reciente», añadió. Lo anterior, en un contexto que «las tasas de interés de mercado de corto plazo han seguido aumentando, coherente con la transmisión de una política monetaria más contractiva dado el escenario de mayor inflación”, que se acerca a cifras del 10% anual. Y, en el mercado laboral la demanda ha tendido a estabilizarse. Todo esto sucede en un contexto en que las percepciones de los consumidores y los empresarios sobre la situación económica se han vuelto más pesimistas», acotó el Banco Central.
El incremento de la TPM elevará las tasas de tarjetas de créditos, bancarias y de tiendas, así como línea de sobregiro y de capital de trabajo, dice Tomás Flores Jaña, ex subsecretario de Economía, master en Economía de la Universidad de California, hoy economista senior en Libertad y Desarrollo. Por ello, recomendó que “es muy relevante que las familias y pymes que tengan mucha deuda en esos instrumentos opten por empaquetarlas en un solo crédito a plazo más largo y menor costo financiero”.
APRETARSE EL CINTURÓN
La tasa de interés que fija el Banco Central es la tasa ancla de la economía en la cual se basan los bancos para prestar dinero y en general los créditos asumen esa tasa y cuando esta sube obviamente sube el costo del crédito. “Al aumentar éste, el efecto es bastante fuerte sobre el costo principalmente de bienes durables, cuestan más, sobre todo en los sectores más pobres que compran a crédito y van a tener que pagar más”, explica Andrés Ulloa, economista, académico Facea Ucsc.
En el caso de las empresas, las inversiones y el costo del capital de trabajo se ve afectado también. Al aumentar el costo de inversión (que ya está muy baja en Chile) las empresas tienden a postergar sus proyectos, por lo tanto, son peores noticias. Lo mismo, precisó Ulloa, ocurre con las tasas de créditos hipotecarios que ya son altas, lo que se traduce en una caída en la demanda por estos créditos y en una contracción del mercado inmobiliario y eso podría tener efectos a la larga en el empleo en el sector construcción, un sector que absorbe mucho empleo, prevé.
Sobre las medidas que se pueden tomar para amortiguar estos efectos, Ulloa cree que es de esperar que esto sea transitorio, es decir, que este escenario cambie en unos seis meses más. “Uno esperaría que caiga la inflación lo que permitiría al Banco Central mantener una tasa de equilibrio más razonable. Si la economía internacional vuelve a normalidad y si la inflación comienza a ceder es más probable que el Banco Central pueda normalizar la política monetaria, pero todo depende de lo que pase a nivel internacional”.
Al nivel interno, afirma que si el gobierno eleva sus gastos, la inflación sigue alta, los salarios siguen subiendo y se suma otro retiro de las AFP, esto se va a mantener por más tiempo.
A las familias, recomendó tratar de ahorrar ahora que las tasas están altas. “Hay que apretarse el cinturón y reducir el gasto, porque hoy todo es más caro”, sentenció.
FRENAR EL CONSUMO
En esa misma línea Caroll Francesconi Riquelme, directora Programas Advance Facultad de Ingeniería y Tecnología de la USS, precisa que el objetivo de elevar la TPM, es frenar el consumo. “Con este aumento se espera que las familias bajen sus niveles de consumo de aquellos artículos o servicios prescindibles y mantengan un moderado consumo de aquellos que sí son necesarios.
Por otro lado, el incremento en la tasa gatilla una caída en la inversión, lo que impulsará a las Pymes a frenar sus proyectos y prepararse frente a una inevitable subida de precios de sus insumos. Por consecuencia los consumidores finales de igual modo se verán afectados con este aumento.
“Lo importante es buscar las mejores opciones en el mercado para abastecerse y, recordar que muchos pueden abusar de esta situación y subir sus precios de forma abusiva, por tal motivo se recomienda cotizar y realizar compras informadas”, concluyó Francesconi.