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Idea de titular de Transporte de elevar precio de combustibles genera reacciones encontradas

En el actual contexto económico, con un escenario inflacionario no visto hace décadas y alzas considerables en el precio del y otras materias primas, hablar de un aumento al impuesto al diésel parece no ir en la dirección correcta, opinan del lado de los gremios productivos.

 

Un alza en el impuesto a los combustibles para financiar el transporte público “sería perfecto”, planteó el ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz y si bien aclaró que ese tipo de medidas no están dentro de las atribuciones de su cartera, generó inmediatas reacciones contrarias en los gremios regionales que agrupan a sectores productivos, pero también adhesiones a dicha idea.

“Lo ideal, es que este tipo de medidas piloto, es que la tenga transporte público gratuito y ver cómo funciona. Justamente, lo que uno quiere es fomentar el transporte público desincentivando el uso del automóvil, y una forma para esto es el aumento del combustible”, indicó Muñoz en entrevista con Radio ADN.

Y, en una entrevista con La Tercera publicada el viernes, el titular de Transporte dijo que “el programa del Presidente plantea la necesidad de subir el impuesto a los combustibles y hay razones técnicas contundentes para hacerlo, en el caso de los fósiles. Hay una emergencia climática que no podemos desconocer. Es una decisión que hay que mirar con un prisma más amplio.”

   En todo coincide el economista, académico de la UdeC, Claudio Parés Bengoechea, para quien esta es una muy buena idea. “Cumple con los dos requisitos principales para la aplicación de impuestos específicos: Uno es que causa externalidades negativas a quienes no están involucrados en la transacción (contaminación), y dos, son altamente inelásticos, es decir, las personas no reducirán su consumo de combustible, aunque éste suba de precio o se le apliquen más impuestos. Para que eso pase, debe haber alternativas atractivas para los usuarios, como transporte público, ciclovías u otros medios que permitan efectivamente viajar de manera segura”.

 

REGRESIVIDAD O PROGRESIVIDAD

Y, aunque la progresividad o regresividad de este impuesto no está muy clara, dice Parés, es esperable que un alza de impuestos, más una buena del transporte público, genere mayores beneficios a la población más vulnerable y con una disminución de la congestión que beneficie a todos. “Ambas son buenas ideas, pero no generan impacto suficiente por si solas”.

En relación a las pymes cuyos procesos productivos tienen como principal insumo el diésel, Parés sugirió el recambio de maquinarias y equipos. 

“Los combustibles fósiles son un problema por su costo y aparte de ser cada vez más escasos generan mayor daño al ambiente. Todos esperan que en algún momento el impuesto específico simplemente «desaparezca», pero eso no resuelve el problema de fondo que es la dependencia de una fuente de energía demasiado cara y mirando el panorama general, no tiene sentido insistir en depender de los combustibles fósiles”.

SEÑALES CONTRADICTORIAS

   En esa línea, el gerente general de la CPC Biobío, Ronald Ruf, señaló que la opinión del ministro de Transporte es altamente contraproducente. “Todos sabemos lo que eso afecta a la economía regional y a las familias de nuestra región. Como nos preocupan estas señales de contradicción entre las distintas carteras, dado que lo que se requiere son certezas en la aplicación de las políticas públicas que afectan a las personas”.

Para la industria metalúrgica y metalmecánica de la Región del Biobío, las declaraciones del titular de Transporte también generaron , ya que prevén que impactaría fuertemente en la actividad.

   Y así lo aseguró el presidente del Comité Regional de la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (Asimet Biobío), Gustavo Alcázar. “En el actual contexto económico tanto nacional como mundial, con un escenario inflacionario no visto hace décadas y alzas considerables en el precio del petróleo y otras materias primas, hablar de un aumento al impuesto al diésel parece no ir en la dirección correcta”.

“Miramos con atención cualquier alza en los costos que pueda afectar a la industria, pues estamos frente a un escenario en que lo que necesitamos es reactivar al sector, con medidas que nos permitan ser más productivos, incentivar la inversión e incorporar nuevas tecnologías. Como Asimet abogamos por la reindustrialización del país a través de una “estrategia industrial” de largo plazo que nos permita seguir creando empleos de calidad para los chilenos. Estas alzas, de alguna u otra forma, impactan nuestra competitividad”, concluyó el presidente regional de Asimet Biobío.