El transporte, la carne y el pan, productos esenciales de la canasta fueron los que registraron los más altos aumentos en un año.
Un fuerte golpe al bolsillo de las familias ha significado el incremento sostenido que exhibe el Índice de Precios al Consumidor (IPC) ) que en doce meses anotó un alza de 7,7%, según informó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). La tendencia parece mantenerse en esa línea, ya que, de acuerdo al INE, en enero de 2022, el IPC escaló un 1,2%, impulsado por alzas en el transporte y alimentos y bebidas no alcohólicas posicionándose como el más alto para este mes desde 1990, cuando la inflación mensual escaló 2,5%.
El incremento encadena, además, el alza de otros bienes y servicios que están indexados a la UF y UTM, reajustándose las matrículas, arriendos, dividendos, colegiaturas, presionando aun más los presupuestos que no siempre se incrementan en el mismo monto.
De acuerdo con el informe del INE, Transporte anotó aumentos mensuales en ocho de sus diez clases, acumulando un 20,9% en doce meses. La más importante fue transporte de pasajeros por aire (10,9%) acumulando un 79,2% a doce meses, el servicio de transporte en bus interurbano, con un alza mensual de 11,2% y de 53,0% a doce meses, seguido de transporte de pasajeros por vías urbanas y carreteras (3,8%) y automóvil nuevo (2,6%) y con un alza de 20,8% a doce meses.
La división de alimentos y bebidas no alcohólicas consignó alzas mensuales en diez de sus once clases, sumando en total un incremento de 6,0%. La más importante fue carnes (1,6%) seguida de pan y cereales (1,9%). De los 76 productos que componen la división, 63 consignaron alzas en sus precios, destacando bebida gaseosa (4,9%).
La división de vivienda y servicios básicos registró aumentos mensuales en seis de sus nueve clases. La más importante fue otros servicios relacionados con la vivienda (4,6%), seguida de arriendos efectivos (0,6%). De los 16 productos que componen la división, 10 consignaron alzas en sus precios, destacando gasto común (4,9%), y arriendo (0,6%).
ALZAS GENERALIZADAS
El economista de la UdeC, Claudio Parés, detalló que estamos viendo un alza generalizada de precios que son un reflejo de lo que sucede en el mercado. “Los precios son señales y cuando hay muchos bienes de algo estos pierden un poco su valor relativo y eso eleva sus precios y cuando todo el mundo quiere comprar esos bienes estos se hacen escasos. Eso hace que los bienes vayan al mejor postor”.
A eso agregó que también hay aquí efectos de la pandemia que ha restringido la producción de bienes, sumado a un colapso en el suministro global de éstos y en Chile, en particular el mayor factor de estas alzas se explica por la abundancia de recursos en manos de las personas con los retiros de las AFP más un gasto fiscal importante que creció por sobre el 30%. “Hubo mucho dinero disponible para comprar y un mercado con bienes escasos”.
Sobre quiénes son los más afectados con las alzas de precios, el economista de la UdeC explicó que la gente de menos recursos está obligada a gastar todos sus ingresos en bienes; en alimentos, transporte, vivienda, etc, que son todas las cosas que están subiendo, a diferencia de la gente de mayores ingresos que no gasta todos sus ingresos en bienes, sino que es capaz de ahorrar una parte o invertir.
EL EFECTO EXTERNO
Consultado José Miguel Stegmeier Schmidlin, presidente de Socabío AG. sobre las alzas que muestran específicamente la carne y el pan, precisó que la mayor incidencia en estas alzas, es de carácter internacional.
“Sea por razones climáticas, de pandemia y por los desmesurados incrementos del precio de los combustibles y particularmente de los fertilizantes, el impacto en Chile ha sido notable, sobre todo en dos rubros relevantes como son la carne y el trigo, en que en ambos vitales alimentos, dependemos prácticamente en un 50% de las importaciones”, sostuvo el dirigente gremial. .
A esta alta dependencia que automáticamente impacta en los precios suma factores internos o locales, como son la sequía y los incrementos generales de los costos de los insumos, servicios y fuerza de trabajo.
Pero no es todo. Stegmeir anticipa que estos mismos factores serán muy relevantes en la próxima temporada de siembra, sobre todo el incremento de precios de los fertilizantes, en que algunos incluso han triplicado su valor respecto de la temporada pasada, como es el caso del nitrógeno. “Esto puede significar una baja en la intención de siembra y un detrimento de los rendimientos, al no poderse en algunos cultivos, aplicar una fertilización completa por esto de los costos. Igual cosa en la producción de forrajes y en la mantención e implementación de praderas”.
Dice que de ocurrir esto, probablemente seguiremos con esta escalada de precios, ya que es una situación que afecta globalmente a la agricultura, con el consiguiente impacto en la inflación y sus negativos impactos derivados.
PROBLEMAS COMPLEJOS
A juicio del presidente de Socabío, este es un asunto complejo que debe ser visto y analizado por las autoridades, ya que necesariamente se requerirán políticas que propendan a lograr conseguir financiamiento viable para las actividades productivas del campo, como también en mejoramientos e inversión tecnológica, fundamentalmente en riego, equipamiento mecanizado e Inteligencia artificial, así como un aumenten recursos para los programas de mejoramiento de suelos y de riego tecnificado.
Otra causal interna relevante, tiene que ver con el considerable aumento del tipo de cambio o depreciación del peso.
Al analizar este aumento solo buscando causales económicas o técnicas, no debiéramos tener el dólar u otras monedas extranjeras en este nivel de intercambio, dice Stegmeier. “Existe un sobrevaloraramiento que se origina por causas bastante subjetivas, que espero se puedan ir despejando, pero eso fundamentalmente está en manos y es responsabilidad de las señales políticas y económicas que vayamos conociendo”.
Finalmente, desde Inversiones Security prevén que “para adelante, seguimos proyectando una tendencia que se mantendría alta por un par de meses más antes de comenzar a moderarse ante las nuevas condiciones financieras. Eso no evitará que la variación interanual del IPC se acerque a 9% durante el primer semestre del año para comenzar a converger al techo del rango recién hacia 2023″.